15 de agosto de 2008
Por: Primera HoraEl “Contable” contraataca. Si tiene que hacer negocios con un hombre labioso, inteligente, de buen vestir, que gusta de lujos, con pinta de honrado y que no tiene reparos en gastar el dinero a manos llenas, piénselo dos veces, porque podría estar frente a un timador profesional.
Un médico de Vega Baja se convirtió esta semana en la víctima más reciente de un delincuente, conocido como “el contable”, y que tiene un voluminoso expediente criminal -estatal y federal- por los delitos de fraude, apropiación ilegal y falsificación de dinero, entre otros.
El doctor Julio Albino anunció la venta de un auto BMW -modelo 323 del 2000- a un precio de $11,900 en una página de clasificados por Internet.
Durante la semana pasada llamó un individuo interesado en el auto, pero no fue hasta el sábado por la tarde que fue a su residencia. Al llegar no pidió una rebaja ni intentó regatear el precio.
“Llegó bien vestido para ser un sábado por la tarde, con una camisa de manga larga, corbata y sombrero tipo Rolando Laserie color crema. Llegó con su esposa y sin probar el carro dijo “lo voy a comprar”, explicó el galeno a PRIMERA HORA.
El farsante, que se identificó por su nombre de pila Ismael E. Figueroa de la Cruz, de 41 años, dijo que trabajaba en la División de Embargos del Eurobank.
Estuvo conversador e hizo alarde de que tenía un bolígrafo Mont Blanc con un diamante y dos casas en Caguas.
“Estaba hablando mucho de que trabaja en Eurobank, que le hace embargos a la gente que no paga. En la mano tenía un reloj Breil (de $5 mil)”, observó.
Mientras, la esposa de Figueroa, se hizo pasar por consejera y se mantuvo dialogando con el hijo del médico.
“Mi hijo me dijo, ‘este señor se tuvo que haber pegado en la Loto porque está gastando mucho dinero y no pidió descuento’”, insistió Albino.
Los interesados visitaron la oficina del abogado de Albino donde el individuo entregó un cheque de gerente, firmó el documento traspaso del auto y hasta le ofreció refinanciarle el edificio donde el letrado tiene sus oficinas.
A su salida, Figueroa le ofreció venderle un paquete de café con el cuento de que habían embargado la mercancía, que resultó ser producto de otro chanchullo que la Policía investiga en el área de Mayagüez.
“Me siento asombrado porque fue un tipo al que uno le da la confianza de su casa, no soy un ‘dealer’. Él tuvo unas exigencias y yo cumplí… uno no sabe ya en quién creer”, dijo Albino, que también fue víctima de robo de identidad anteriormente.
“Estuve con mi hijo, que fue quien me acompañó; este individuo es un cobarde, ¿pero si llega a ser más sanguinario y me hace daño?, cuestionó preocupado.