25 de septiembre de 2008
Por: La OpinionLa cadena de supermercados británicos Tesco retiró un dulce chino de sus anaqueles y Nueva Zelanda informo que encontró niveles altamente peligrosos de melamina industrial en la misma marca de golosinas, en tanto los temores sobre la contaminación de los alimentos chinos se extendieron más allá de Asia.
Más de 54.000 bebés chinos resultaron enfermos después de tomar una fórmula láctea elaborada con leche contaminada y otros cuatro más perdieron la vida. Al menos 12 países han proscrito los productos lácteos chinos, el último fue Indonesia que distribuyó una lista de 28 productos que podrían contener leche contaminada proveniente de China, como las galletas Oreo, las barras de chocolate Snickers y las chocolatinas M&M.
Los temores de que los ingredientes controvertidos podrían haber contaminado otros alimentos como yogur, galletas y dulces han llevado a otros países, que van de Canadá a Australia, a analizar los productos de importación chinos. El gobierno chino puso bajo control a la productora láctea en el centro del conflicto por la leche contaminada, que presuntamente recibió quejas sobre su fórmula láctea para bebes desde diciembre del 2007.
Los funcionarios de protección a los consumidores de Estados Unidos y Europa instaron a Beijing a mejorar sus patrones de seguridad.
Por su parte Tesco afirmó que no tenía evidencia de que los dulces cremosos White Rabbit, que retiró de sus mostradores el martes, estuvieran contaminados. Las golosinas se vendían en un pequeño número de tiendas británicas como parte de una muestra de productos internacionales.
Tesco retiró también los dulces White Rabbit de sus tiendas en China y Malaysia, los únicos dos países donde la cadena vende ese producto.
Al mismo tiempo, la Autoridad de Seguridad Alimenticia de Nueva Zelanda advirtió el miércoles que los dulces White Rabbit vendidos por otras tiendas en ese país, contenían niveles peligrosamente altos de melamina industrial y advirtió a la gente abstenerse de consumirlos.
La melamina se utiliza para fabricar fertilizantes plásticos y fue encontrada en fórmulas lácteas para bebes y otros productos a base de leche de 22 compañías lácteas chinas. Se cree que los proveedores buscaban recortar costos y añadieron el químico a la leche diluida con agua pues su alto contenido de nitrógeno disimula la falta de proteína en la leche.
El químico creó cálculos renales en los niños y puede llevar a una insuficiencia del riñón.