26 de septiembre de 2008
Por: Primera HoraAlivio temporero.
El alivio que la eliminación temporera del impuesto sobre ventas y uso (IVU) proporcionó a muchos consumidores y comercios podría representar problemas futuros para la economía, se advirtió ayer. Aun cuando el Gobierno recupere parte de los ingresos que dejará de recibir durante estos cuatro días, la pérdida real podría surgir si, como se espera, se reducen las ventas en los comercios durante los próximos meses.
“El problema con eso es que impuesto que no se cobre es impuesto que se pierde, eso es clave en la teoría”, señaló el economista Luis Benítez.
“Si va a generar una actividad económica como para levantar algo la economía, y que eso va a significar que el mes que viene los ingresos de Hacienda suban, es posible. Pero el factor multiplicador no es tan alto, yo entiendo, como para compensar por la pérdida por lo de ahora”, opinó.
“El efecto multiplicador queda afectado porque, compras que se iban a hacer el mes que viene, ya no se van a hacer. Hemos visto gente salir a comprar cosas que necesitan y que no necesitan. Son cosas que quizás más adelante se hubieran comprado y se habría recogido el dinero”, agregó.
Con esa opinión coincidió el también economista Joaquín Villamil, quien sostuvo que “lo que se ha hecho es estimular a la gente a que sustituya con compras sin IVU, compras que se hubieran hecho con el IVU”, señaló.
“El efecto fiscal no va a ser de los cuatro días, sino que va a afectar las ventas más adelante. Vas a tener unas mejoras en septiembre y se van a afectar las ventas en octubre, noviembre y diciembre, particularmente en bienes duraderos livianos”, señaló.
Ambos economistas favorecieron implantar algún sistema que beneficie realmente a los necesitados en estos casos.
“Lo peor es que esto tiene un efecto mínimo en la gente que sufrió las tormentas. Habría sido preferible coger el recaudo del IVU de tres o cuatro días y distribuirlo en ayudas, y habría sido más eficiente”, propuso Villamil.
“Era mejor dar ayuda que no cobrar el impuesto, y a las personas que se determinaba que han tenido un daño y que se requiere una ayuda pues, como siempre se hace, que se les den unos vales y que a esa gente no se le cobre el impuesto”, dijo por su parte Benítez.
Por el lado “positivo” para la economía, se señaló la posible inyección de fondos federales que podría traer la declaración de zona de emergencia.
“Eso va a motivar que vengan unos fondos federales que van a tener un impacto. Eso lo que te demuestra es que los indicadores económicos no tienen que ver con el bienestar de las personas. Una tormenta como ésta tiene el efecto positivo de mejorar la economía, pero no refleja el nivel de bienestar de las personas”, señaló Villamil.
Benitez dijo que, dependiendo de la cantidad de dinero que llegue, también va a ser otro aliciente. “Pero si en una recesión hay un daño y ese dinero es para recuperar el daño, no necesariamente nos va a recuperar la economía”, aclaró.
Otro economista que criticó la decisión fue el candidato a la Gobernación por el Partido Independentista Puertorriqueño, Edwin Irizarry Mora. Éste afirmó que el Gobernador “tomó una decisión fácil, populista, en momentos en que el Gobierno necesita aumentar sus recaudos”.