Primera Hora
Una periodista naranjiteña le escribió una carta al gobernador Ricardo Rosselló indignada por varias multas de AutoExpreso que le llegaron sin haber pasado por un peaje.
En su extenso mensaje en su página de Facebook, Dianerys Calderón explicó que trabaja en Bayamón y siempre viaja por la carretera PR-2 y no tiene por qué pasar por un peaje y cuando lo hace, según ella, siempre recarga su cuenta con $5.
A pesar de esto, sin embargo alega que le siguen llegando multas de AutoExpreso sin control. Dijo que las mismas sobrepasan los $1,000 y que tiene menos de 2 meses para conseguir ese dinero.
En el escrito, Calderón explicó que esa misiva la escribía por ella y por los cientos de ciudadanos que están pasando por lo mismo.
Aquí la carta de la ciudadana:
Mi nombre es Dianerys Calderón. Soy Periodista, pero esta vez le escribo como ciudadana de este país, esperando que este mensaje llegue a sus manos.
Soy de Naranjito y trabajo en Bayamón. Para llegar a mi trabajo siempre transito por la carretera #2. No tengo por qué pasar por el autoexpreso tantas veces y cada vez que paso por uno, recargo con $5.00. Algo que puedo evidenciar con mi estado de cuenta bancaria.
Sin embargo,las multas siguen llegando sin ningún tipo de control. Algo totalmente injusto.
Yo sigo trabajando dignamente, 40 horas a la semana, y a veces hasta más para salir hacia adelante en un país carente de oportunidades. Lamentablemente no tengo "un puestazo", aunque tengo la preparación académica para tenerlo. Pero no tengo esa dicha aún. Sin embargo, me levanto cada mañana con una sonrisa, ayudo al prójimo en lo que puedo y trabajo dignamente como hace la mayoría de la juventud de este país. Trabajo fuerte porque quiero seguir estudiando, y porque ahora para completar un grado de maestría me tendré que endeudar. Usted sabe de lo que le hablo.
Tengo varias multas en el mes de diciembre, cuando yo lo más que hice fue estar en la montaña junto a mi familia; y sin luz. Alegrando, tal vez, junto a mi batucada, a la gente de la zona central, muchos de los cuales aún siguen sin energía eléctrica.
Comencé a trabajar en enero, gracias a Dios, en Bayamón, y no tuve la necesidad de pasar en ningún momento por el autoexpreso hacia San Juan. Estiré el peso hasta lo último, porque los $500.00 de FEMA se fueron en comida, gasolina y baterías.
Tengo, además, varias multas del mismo día, a la misma hora y pasando por el mismo lugar. Soy una y no tengo hermana gemela.
Las multas sobrepasan los $1,000 y tengo menos de 2 meses para conseguir ese dinero. ¿Puede imaginarse lo frustrante que puede ser la situación? Lo es. Sin embargo, aún no me ha pasado por la mente irme del país. Esta es mi patria. La amo, la defiendo, creo en ella y en toda su gente.
No obstante, recibir todas estas multas me parece una falta de respeto muy grande. No me parece justo y solo evidencia la falta de honestidad en el proceso.
Escribo yo, en representación de muchas personas, porque estoy segura que no soy la única. ¿Qué solución tiene para nosotros?
Aquí estaré, en mi humilde hogar esperando su respuesta, porque honestamente así no se puede levantar Puerto Rico.
Ayúdeme a no perder la esperanza de que un mejor Puerto Rico sí es posible.
Cordialmente,
Dianerys Calderón