José A. Peláez

Después de haber soportado la ignominia, de que no se renovara mi contrato como profesor de la Escuela de Comunicación, con 12 años de labor docente, para entregarle mi clase a un incompetente que no tiene la mínima noción de lo que es diseño, recibo la noticia de que varias de mis obras que colgaban en la pared del pasillo de la Escuela, fueron regaladas por el ex-Director Eliseo Colón, a sus alcahuetes incondicionales. Dichas obras fueron donadas por mí a la escuela en el 2001 o 2002, el Sr. Eliseo Colón solo aportó los marcos de algunas de las obras, lo que no le da derecho de propiedad sobre las mismas.

            Este robo (vamos a llamarlo como lo que es), ocurrió el jueves 12 de septiembre, día en que se suspendieron las labores en el campus por un aviso de tormenta y no estaba el personal regular ni los estudiantes en la Escuela, lo que en mi opinión denota premeditación. No contaban Eliseo ni sus cómplices con el testimonio de otro profesor que estaba ajeno a todo ésto y sólo vino a buscar unos papeles en su oficina, cuando se estaba llevando a cabo la repartición. Si no hubiera sido por él, probablemente habrían reportado la ausencia de la obra como un robo y ahí habría quedado todo.

            No sólo había obra mía (cuatro xilografías, dos fotos enmarcadas por mí y un cartel) sino un par de carteles del prestigioso artista Nelson Sambolín, que estoy seguro que también había entregado sus obras a la Escuela en carácter de donación. Estos actos denotan el carácter despótico con que el “Dr.” Eliseo Colón manejaba los asuntos de la Escuela porque creyó que después de casi dos décadas entronizado en la Dirección, la escuela le pertenecía a él, otorgando contratos y plazas por amiguismo y no por méritos y disponiendo de su inventario como gusto y gana le diera.

            Aquellos que recibieron estos “regalos”, harían bien en devolverlos a su legítimo dueño, la Escuela de Comunicación y la UPR, antes de ser acusados de apropiación ilegal. Dejen que sea Eliseo el que cargue por fin con la culpa de algo, además de su mala administración.