21 de abril de 2022
Ey Boricua
San Juan (19 de abril de 2022) – En momentos cuando existe la amenaza de un serio disloque en la industria lechera del país debido a que una de las plantas procesadoras de leche podría dejar de operar, el secretario de Agricultura, Ramón González Beiró, no asistió a una vista pública en la Cámara de Representantes citada para ayer lunes, sin haberse excusado previamente y sin enviar un subalterno que lo representara.
Horas después de que se cancelara la vista pública porque sencillamente González Beiró no se presentó, el representante Javier Rivera Segarra, presidente de la Comisión de Agricultura, anunció que ha recibido información sobre que una de las plantas procesadoras podría paralizar sus operaciones en los próximos meses debido a que el procesamiento de leche se ha convertido en una actividad perdidosa.
El representante Rivera Segarra no identificó la planta procesadora, pero advirtió que el cierre de esa empresa sería un evento de graves consecuencias para la industria lechera, para el sector ganadero y para la economía del país.
La vista pública cancelada ayer pretendía discutir los problemas urgentes que afectan a la industria lechera como la producción excesiva, el decomiso de leche, la exportación de leche a la República Dominicana y las bajas tarifas reguladas que impone la Oficina para la Reglamentación de la Industria Lechera (ORIL) al sector ganadero.
“Esto es una falta de respeto a esta Comisión. Yo he heredado este problema y necesitamos que el gobierno responda porque los costos siguen aumentando. El costo de los cereales subió un 45 % y no hay manera de que una ganadería quede en pie con esos costos. Aquí se está ignorando el problema”, sostuvo el representante Rivera Segarra en unas breves expresiones antes de cerrar los trabajos a causa de la ausencia del secretario de Agricultura.
El representante Rivera Segarra ha favorecido que la Fortaleza autorice el uso de fondos federales destinados a la recuperación del país, para subsidiar a la industria lechera, un sector afectado directamente por el alza en el costo de los granos, del combustible y de la energía eléctrica.
La abortada vista pública de ayer contó con la presencia de un grupo de ganaderos quienes alegan que los costos de producción exceden lo que se paga por cada litro de leche cruda producido y exigen a la ORIL un cambio en la tarifa.
El pasado año la ORIL autorizó una alza en el precio de la leche para satisfacer una petición de las plantas procesadoras, pero hasta el momento no ha reconocido un aumento para beneficiar al sector ganadero.
Estructura de pago estimula la sobreproducción
El principal argumento de los ganaderos es que la estructura de pago al ganadero establecida por la ORIL, que consiste de dos tarifas básicas por leche producida, estimula la sobreproducción porque los ganaderos aspiran a vender su leche a la primera tarifa, que suple el mercado de leche fresca y que es la más alta. La segunda tarifa es más baja porque la leche será destinada a la elaboración de subproductos.
No obstante, debido a que el consumo ha bajado, las plantas procesadoras destinan cada vez menos leche para satisfacer el mercado de leche fresca, lo que, alegadamente, genera mayores excedentes. De hecho, se ha registrado un alza en el decomiso de leche y en la exportación del producto a la República Dominicana, mientras en ambos escenarios el ganadero recibe una compensación por litro que no alcanza para cubrir los costos de producción.
El pago por la leche producida en las vaquerías no es una transacción directa entre las plantas procesadoras y los ganaderos, sino que la ORIL opera como un intermediario que determina el pago que corresponde al ganadero, según la retención realizada por las plantas procesadoras para satisfacer el mercado de leche fresca y la elaboración de subproductos.
De hecho, antes de finalizar la vista pública el representante Rivera Segarra realizó en su oficina una reunión con los ganaderos en la que expresó que las actuaciones de la ORIL relacionadas con la estructura de pago por leche producida podría ir dirigida a perjudicar a determinados ganaderos y beneficiar a otros. “Esta es una crisis provocada y lo que buscan es que alguien colapse y eso solo puede beneficiar a alguien”, dijo Rivera Segarra.
Los ganaderos Carlos Benítez e Iván Martínez Torres sostuvieron en la reunión que la actual estructura de pago de la ORIL tiene el objetivo de inducir a la quiebra a las vaquerías pequeñas y débiles con el fin de que los ganaderos “grandes”, que son aquellos que poseen numerosas vaquerías, adquieran sus cuotas de producción a bajos precios.
Alegan objetivo es beneficiar al ganadero Mc Chosky
Alegadamente, los ganaderos que poseen numerosas vaquerías generan cuantiosos ingresos, lo que les permite lidiar con los altos costos de producción con mayor éxito.
“Esto tiene el objetivo de beneficiar a Mc Chosky”, dijo Martínez Torres, en referencia al ganadero Mike Mc Chosky, un ganadero de origen puertorriqueño que posee una operación de ganadería de leche en los Estados Unidos. Alegadamente, Mc Chosky planifica establecer en la isla una amplia vaquería en el pueblo de Dorado.
El ganadero Benítez sostuvo que para evitar la sobreproducción la ORIL debería regresar a la estructura de pago que existía antes del paso del huracán María, la cual establece diversas tarifas según el uso destinado por las plantas procesadoras a la leche cruda.
“Con esas tarifas el ganadero se auto regula y limita su producción y no produce tanta leche como producen ahora con dos niveles (tarifas). Y están produciendo leche para que luego la boten. Aquí se está botando la leche”, dijo el ganadero, mientras mostraba una foto en su teléfono celular en la que aparece un camión de la empresa Suiza Dairy descargando leche en una charca.
Exigen elimnar exención por botar leche
“Se le debería quitar la exención contributiva a las plantas procesadoras que botan la leche. Que se le quite la exención contributiva a quien no cumpla con su compromiso”, exclamó Benítez, en referencia al 90% de exención de contribución sobre ingresos que reciben las plantas procesadoras y todas las operaciones agrícolas que poseen un certificado de agricultor bonafide, a través de la ley 60 de 2019 o Ley del Código de Incentivos.
Benítez también exigió que la ORIL rinda cuentas sobre los ingresos que obtiene la planta Indulac por la exportación de leche hacia la República Dominicana, cuyos datos se han mantenido inexplicablemente en secreto, a pesar de los frecuentes reclamos para que ventile la información.
En la tarde de ayer el director ejecutivo de la Comisión de Agricultura, Ernesto Irizarry, reveló que González Beiró llamó para presentar excusas por su ausencia en la vista pública. Según Irizarry, el secretario alegó dificultades con su calendario y expresó que desea deponer en otra vista pública, junto a Javier Lugo Rullán, director ejecutivo de la ORIL. Irizarry indicó que González Beiró será citado nuevamente.
“La citación estará acompañada de una carta firmada por el presidente de la Cámara, Rafael Hernández y por Rivera Segarra, en la que se le advertirá al secretario que, si ocurre una nueva ausencia, la Cámara irá al tribunal para que lo obliguen a comparecer”, dijo Irizarry.