El Nuevo Dia
Recuerda las veces que habla amenamente con el cartero, él le pide agua y usted le obsequia con un refresquito. A cambio, él no vacila en llevarse la carta que usted se disponía a depositar en un buzón.
Más importante aún, recuerda cómo a diario usted recoge su correspondencia del buzón que ubica justo al frente de su residencia. Pues atesore ambas experiencias porque pueden estar en peligro de extinción.
Resulta que un proyecto de ley aprobado recientemente por la Cámara de Representantes de Estados Unidos podría dejar a millones de personas en Estados Unidos, Puerto Rico e Islas Vírgenes sin servicio postal directo a sus residencias ya que, para ahorrar dinero, propone que la correspondencia sea colocada no en su buzón independiente sino en buzones comunales.
Y es que los republicanos en el Congreso votaron a favor de una medida a esos efectos. Resta que el Senado avale la medida y posteriormente, el presidente, Barack Obama, haga lo propio.
“Tenemos entendido que el presidente la apoya”, dijo el gerente de mercadeo del Servicio Postal, distrito del Caribe, Martín Caballero.
Igualmente, calificó el proyecto como “una forma válida y equitativa de reducir costos”. “La modalidad cambiaría de una entrega al hogar a una en un lugar centralizado. Pero, por el momento, lo hemos enfocado más en comercios y en los centros comerciales para entonces hacer la conversión voluntariamente. Estamos consultando con los centros comerciales”, agregó.
Sin embargo, reconoció que el proyecto de ley federal propone que si el ciudadano desea seguir recibiendo la correspondencia en su casa deberá pagar por ello.
Dijo desconocer cuántas direcciones se afectarían en Puerto Rico por el proyecto de ley puesto que aún no están claros.
Los buzones comunales permitirían que el Servicio Postal de Estados Unidos manejaría 15 millones de direcciones en las próximas décadas y se ahorraría $2,000 millones de gastos anuales.
Los congresistas demócratas se oponen a la medida. Por ejemplo, hay quienes han dicho, como parte de su objeción, que esto sólo funcionaría en áreas que no sean rurales.
"Además, la gente con discapacidades, que tienen dificultad para salir de sus casas podría ser multada y aquella que quiera seguir recibiendo la correspondencia en la comodidad de su hogar podría tener que pagar para ello", dijo el congresista demócrata de Massachusetts, Stephen Lynch.
Pero los beneficios parecen ser más convincentes.
El congresista republicano por California, Darrell Issa, reconoció que la medida permite ahorrar bastante dinero. La entrega de correspondencia a cada casa tiene un costo aproximado de $380 millones anuales comparado con $240 a $170 millones anuales que cuesta centralizar la operación en buzones comunales.
Issa opinó que los buzones comunales son una opción segura y cerrada para los paquetes. Y lo contrastó con el problema de seguridad que representa -muchas veces- dejar un paquete en el pórtico de una casa donde puede ser robado o estropeado por la lluvia.
Abordado sobre el tema, el comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, dijo que no conocía de la medida.
El Servicio Postal registró pérdidas de $1.9 mil millones durante los primeros tres meses de este año a pesar de que redujo gastos en operaciones en un 2.3%.