Logo
Sitio Completo >> 
Inicio
Secciones
Registro
  Por el libro

4 de septiembre de 2014

Me lo Dices PR

Mientras que las cifras del Censo de 2010 evidencian que la población de Puerto Rico es cada vez más vieja y más pobre, cada día resulta más común observar personas de la tercera edad en plena faena.

Solo basta con darse una vuelta por algún comercio del país y divisará tanto a hombres como a mujeres —que sobrepasan la barrera de los 60 años— ganándose el sustento para sí y los suyos.
Las estadísticas del Departamento del Trabajo muestran que el número de personas que siguen trabajando a pesar de haber llegado a la edad para acogerse al retiro va en aumento, especialmente la población femenina.

De hecho, se está dando el caso de un sinnúmero de personas, como Iris Torres, de 66 años, que reciben seguro social y a la vez mantienen un empleo a medio tiempo.

La razón, los $600 que reciben de pensión por la muerte de su esposo no le dan para vivir.

“Vivo con mi hija y sus dos nenas. Ella trabaja, pero en comida y en el pago de la casa, el agua, la luz y otras cosas se nos va el sueldo de las dos”, asegura Torres, quien indica que por los ingresos que recibe no aplica para ser beneficiaria del Programa de Asistencia Nutricional (PAN) ni del plan de salud del Gobierno.

“Yo nunca trabajé. Me casé muy jovencita, pero cuando mi esposo murió tuve que hipotecar la casa para pagar unos problemas de mi hijo. Ahora me ayudo con este part–time para poder cuadrar el mes”, detalla Torres, quien labora en un centro comercial envolviendo regalos.

Ante esta situación, la procuradora de los Envejecientes, Carmen Delia Sánchez, lamentó que en el Gobierno no existan servicios de apoyo financieros para estos casos que reconoció son muchos y que principalmente están afectando a las mujeres.

Denunció que hay una discriminación por parte de las empresas para dar empleo a este sector, que estima es el 15 % de la población de Puerto Rico y que esa acción los impulsa a subsistir de la economía informal.

No obstante, la procuradora vio con buenos ojos que la población de más de 60 años siga trabajando —si está en condiciones de hacerlo— ya que la hace productiva y, además, independiente.

Otro caso de empleo por necesidad económica es el de José Berríos, de 63 años, quien, aunque aún no recibe seguro social, dice que cuando lo solicite, en el 2017, trabajará a medio tiempo “para terminar de pagar algunas cuentas y ayudar a mi hija con el pago de la casa”.

Berríos, un carnicero de profesión con más de 43 años de experiencia y que gana $9.45 la hora, dice que, aunque quisiera irse a descansar, “la situación ya no está como antes y dejar el trabajo me resulta difícil aún cogiendo seguro social”.

La edad promedio para que un ciudadano comience a cobrar beneficios del Seguro Social es 62 años, cuando recibiría un 80 % de ingreso. No obstante, si el trabajador solicita el retiro pasados los 65, podría cobrar hasta el 100 % del dinero acumulado.

Hacia ese rumbo se encamina Efraín Román Padilla, de 62 años, quien indicó a Metro que esperará a cumplir los 65 años para recibir una mayor remuneración que le ayude a saldar su hipoteca y darse un viaje por Estados Unidos para visitar a varios de sus hermanos.

Los casos son múltiples. Ver envejecientes en la fuerza laboral se está volviendo un asunto común, según confirma un informe del Departamento del Trabajo.

En el reporte denominado “Estado de empleo y desempleo entre las personas de 60 años y más” dicta que para el 2012 el estimado de dicha población que trabaja fue de 86,000 personas, 1,000 personas más en comparación con el año 2010 y 12,000 más ciudadanos si se compara con el 2000.

El cambio más dramático se observó en la población femenina de 60 años en adelante, que experimentó un aumento de 11,000 entre los años 2000 y 2012.

Así las cosas, la tasa de participación (porcentaje de la población civil no institucional en el grupo trabajador) de las personas de 60 años y más para el año 2012 se ubicó en 11.0 %.


Comunicate con Doctorshoper
Copyright © Doctor Shoper.
Powered by: ESE WebManager