30 de diciembre de 2011
Listin Diario
Es una práctica vieja, común y conocida en los principales hospitales del país la presencia de denominados "buscones", personas que se hacen pasar por médicos, enfermeras, camilleros y otro tipo de empleados que buscan entrar a los centros asistenciales para estafar a pacientes con promesas de agilizar cirugías, atenciones médicas o retiro de cadáveres. En hospitales especializados en traumatología, como el Darío Contreras, esas funciones de "buscones" la hacen abogados que entran a captar pacientes accidentados, a quienes convencen para que les firmen poderes judiciales con el propósito de llevar sus casos a los tribunales, pero una vez se ven con el documento se desaparecen y el paciente no vuelve a saber de ellos. La práctica de "buscones" es tan frecuente que sólo en el hospital Francisco Moscoso Puello han sido frustrados este año por lo menos 10 casos de personas con esas características queriendo entrar al centro, reveló su director Roberto Lafontaine. Eso ha hecho, explicaron directores de hospitales, que se redoblen medidas de controles y seguridad, por lo que se hace cada vez más difícil que los "intrusos" logren sus objetivos. Lafontaine explicó que cuando una persona entra nuevo a trabajar al hospital se estila otorgarle la identificación adecuada y se hace un proceso de presentación del centro de salud y sus departamentos. "Son hospitales de alta demanda y uno de los problemas es el de los buscones, por lo que siempre se está atento a eso y hemos sacado de la institución personas que se hacen pasar por pacientes, por médicos, enfermeras, camilleros, por cualquier cosa, pero desde que nos damos cuenta o son denunciados, procedemos a sacarlos", señaló. Entiende que lo sucedido recientemente con la identificación de un falso médico en un hospital, sirve para poner alerta a los pacientes y a la sociedad para denunciar ese tipo de hechos, y que cuando se lleven a los tribunales se les dé seguimiento. Entiende que son personas que se aprovechan de los pacientes que a veces llegan desesperados, y dan dinero sin necesidad, porque los hospitales están preparados para responder sin la necesidad de intermediarios. Dijo que eso pasaba mucho con los cadáveres, personas que se acercaban a los familiares de los fallecidos para pedirles dinero para agilizar los trámites, lo que hizo que el hospital acudiera a auxiliarse de las autoridades fiscales. Abogados En tanto, el director del hospital Darío Contreras, Héctor Quezada, dijo que la posibilidad de entrada de falsos médicos o enfermeras es mínima en el hospital, debido a que allí todo el personal está debidamente identificado, pero que sí ha constituido un problema serio el caso de abogados "buscones". Explicó que pese a la prohibición impuesta por el hospital, hay abogados que se combinan con policías o camilleros y otros empleados para entrar a buscar pacientes accidentados, a quienes le ponen a firmar un documento, que es un poder, a veces ganan sus casos, y el afectado no ve ni un centavo. Dijo que la Consultoría Jurídica del hospital da orientaciones a los pacientes para que no caigan en esas garras, Quezada precisó que el hospital no acepta que entren abogados con supuestos poderes firmados por pacientes, y que para aceptarlos tienen que estar debidamente solicitados por la fiscalía.