23 de diciembre de 2011
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NUEVA YORK (Reuters Health) - Los padres que más participan en las decisiones sobre los tratamientos de sus hijos son menos propensos a necesitar llevarlos a salas de emergencia o tener que hospitalizarlos. Los autores de un nuevo estudio sobre familias con niños con enfermedades crónicas hallaron también que los padres que tomaban las decisiones con los médicos tenían además menos gastos en la atención de sus hijos. "Esto sugiere que participar en la toma de decisiones haría que las personas opten por aquello que reduce sus gastos", dijo el coautor del estudio, doctor Alexander Fiks, profesor del Hospital de Niños de Filadelfia, en Estados Unidos. El costo es muy importante para esas familias, que tienen una carga económica muy alta cuando se trata de niños con asma,autismo y otras enfermedades crónicas. Para el estudio publicado en Pediatrics, el equipo de Fiks utilizó las respuestas de una encuesta anual sobre gastos en salud y comparó los resultados durante dos años. A ese sondeo respondieron los padres de más de 2.800 niños con necesidades especiales de salud. En medicina, la toma de decisión compartida es un enfoque relativamente nuevo para determinar un plan de tratamiento para los pacientes y que se diferencia del enfoque más paternalista sin participación de los pacientes o de sus familias. El equipo halló que, en esos dos años, la mitad de las familias tuvo un alto nivel de participación en las decisiones clínicas. Un 17 por ciento mantuvo un bajo nivel de participación. El 16 por ciento de las familias tuvo un papel cada vez más relevante en ese proceso durante el período de estudio. Eso estuvo asociado con una reducción de las consultas hospitalarias. En el primer año, siete de cada 100 niños de ese grupo de familias fueron hospitalizados, comparado con tres de cada 100 niños durante el segundo año del estudio. En tanto, 26 de cada 100 niños fueron atendidos en salas de emergencia el primer año, comparado con 15 el segundo año. Al doctor Stephen Berman, profesor de pediatría y de salud pública de la University of Colorado y editor médico de la Fundación para la Toma de Decisión Clínica Informada, no le sorprendió que esos niños no necesitaran ir al hospital. "En la práctica diaria veo que cuando los padres participan de esas decisiones, comprenden el plan de tratamiento mucho mejor y lo cumplen mejor. Si las familias adhieren al tratamiento, es posible que los niños mejoren", dijo. REDUCCION DEL GASTO El gasto en atención de la salud de los niños también se redujo el segundo año del estudio cuando las familias habían comenzado a participar más en las decisiones terapéuticas. El gasto total en atención fue más de 2.000 dólares el primer año y bajó a unos 1.700 dólares el segundo año. El equipo no pudo probar que compartir las decisiones fuera el único motivo de los beneficios observados. Fiks comentó que le gustaría ver que nuevos estudios determinen si la toma de decisión compartida puede ahorrar costos y aumentar los beneficios para la salud de los niños con enfermedades crónicas. "Cuando hagamos esos estudios, podríamos ver el alto impacto de las decisiones compartidas", dijo Berman a Reuters Health.