20 de diciembre de 2011
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FRANCFORT (Reuters) - Deutsche Telekom no entregó detalles de que hará después de que colapsó su acuerdo para vender su unidad de telefonía móvil estadounidense a AT&T, y sólo aseguró a los inversores que estaba trabajando en un plan de largo plazo. AT&T dijo el lunes que había desechado su oferta de 39.000 millones de dólares por T-Mobile USA, cediendo ante la dura oposición de los reguladores y dejando a ambas compañías en una posición de buscar alternativas. Los rumores de que Deutsche Telekom podría verse obligada a vender activos, como la compañía de móviles en Gran Bretaña Everything Everywhere, han aumentado, por la necesidad que tiene de reducir su creciente base de costos. Las acciones de Deutsche Telekom caían un 1,5 por ciento a 8,79 euros y eran las que más bajaban del índice de acciones líderes de Alemania DAX , que ganaba un 0,4 por ciento, porque los inversores temían que la compañía volviera a tener problemas con su filial estadounidense. "A Deutsche Telekom, el colapso del acuerdo le deja con otro negocio que va perdiendo suscriptores, mientras hace frente a los estragos de la crisis de deuda de Europa", dijo Jacques Abramowicz, analista de Silvia Quandt. T-Mobile USA fue un motor de crecimiento en sus comienzos, pero actualmente es un activo venido a menos, que carece del espectro que necesita para construir una red capaz de manejar los vastos volúmenes de datos que los consumidores y empresas estadounidenses usan en sus teléfonos inteligentes. "Con el espectro que estamos teniendo (en el acuerdo por el fin del negocio), tenemos una mayor posibilidad de expandir la red en muchos mercados. Esa no es una solución final. En el largo plazo, necesitamos más espectro y capacidad de redes. Estamos trabajando en eso. Pero no especularemos acerca de ninguna medida o acuerdo inorgánico", dijo a la prensa Rene Obermann, president ejecutivo de Deutsche Telekom. Con la pérdida de dinero y de clientes, T-Mobile USA ha quedado en el cuarto lugar entre los operadores estadounidenses, detrás de AT&T, Verizon y Sprint. Obermann dijo que había asegurado un acuerdo por quiebre de 6.000 millones de dólares, incluyendo alrededor de 3.000 millones de dólares en efectivo, que se pagarán en los próximos días. Agregó que la política de dividendos de la compañía se mantendrá igual.