6 de diciembre de 2011
WSJ
Informes gubernamentales sobre la cosecha de maíz de Estados Unidos se han vuelto cada vez menos confiables, lo que contribuye a amplias oscilaciones en los precios de ese cultivo, según pone en evidencia un análisis de The Wall Street Journal. Durante los dos últimos años, los pronósticos mensuales del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA, por sus siglas en inglés) sobre cuánto cosecharán los agricultores han sido desacertados en mayor medida que en cualquier otro período de dos años consecutivos en los últimos 15 años, según un análisis de The Wall Street Journal de datos gubernamentales. Las previsiones de comienzos de temporada de este año también parecen haber sido muy diferentes. El próximo reporte mensual será publicado el 9 de diciembre. A la vez, informes periódicos de reservas —las estimaciones del gobierno de EE.UU. sobre cuánto maíz hay almacenado en silos y otras instalaciones— han generado grandes sorpresas. Las fluctuaciones mensuales promedio en las estimaciones de reservas entre mayo y octubre, el corazón de la temporada de cultivo, han sido mayores este año que en cualquier año desde 1996, según el análisis de The Wall Street Journal. Los informes de reservas han tenido un gran efecto sobre los mercados. El 30 de septiembre, el USDA indicó que una encuesta trimestral mostró que las reservas de maíz eran 23% más altas de lo estimado a principios de ese mes. Los precios del maíz cayeron 6,3% en el mercado de futuros ese día, lo que redujo en US$5.000 millones el valor del maíz en los campos. "Hay mucha falta de confianza entre los agricultores en este momento" sobre los datos del gobierno, afirma Bill Christ, quien cosecha alrededor de 100.000 bushels de maíz al año en el estado de Illinois. "¿No lo pueden hacer bien?". Funcionarios del USDA culpan al clima impredecible por los pronósticos de producción erráticos. Afirman que las cifras son pantallazos que cambian en base a información nueva, como el daño causado por olas de calor o cambios en patrones de consumo. "Si alguien va a participar de esos mercados de commodities, deben entender que estas cosas están sujetas a cambios", señala Gerald Bange, presidente del directorio del Consejo de Perspectivas Agrícolas Mundiales del USDA, que está involucrado en producir los datos. EE.UU. produjo 38% del maíz del mundo en 2010, cuando el cultivo interno valía US$67.000 millones. La fuerte demanda de compradores de otros países, y de la creciente industria del etanol, sumó volatilidad al mercado. Jerry Norton, quien sigue el desempeño del maíz para el USDA, afirma que debido a que los suministros de maíz son escasos, "el mercado es mucho más sensible" a cambios en los informes del departamento. La bolsa Chicago Board of Trade tiene desde hace tiempo límites a los cambios de precio en el mismo día sobre el maíz y otros commodities en el mercado de futuros. Los precios del maíz han alcanzado el límite básico 20 veces desde comienzos de 2009, y ocho de esas instancias, o 40% de ellas, se produjeron el día de un informe del USDA, según un análisis de datos de precios de The Wall Street Journal. Entre 1996 y 2008, sólo 20% de esos movimientos de límites se produjeron los días de los informes. Como muchos agricultores, Mike Yost, un ex funcionario del USDA que ahora es socio en una granja de lácteos en el estado de Minnesota, le presta atención a los informes. En enero de 2010, el USDA pronosticó una cosecha récord, lo que provocó que los precios del maíz se derrumbaran. Yost pensó que una cosecha récord mantendría bajos los costos del maíz, así que no se aseguró los precios de su pienso. Seis meses más tarde, el USDA afirmó que las reservas de maíz eran más pequeñas de lo que él y muchos otros habían previsto, a pesar de la abundante cosecha. Los precios se dispararon, y la operación de lácteos de Yost debió pagar US$200.000 extra para comprar pienso. "Nos confiamos demasiado en las cifras del gobierno", dice. "Hay algo que no está bien en su fórmula". Los críticos de los informes sostienen que sólo el clima no explica los números erráticos, en especial en los informes de reservas.