4 de octubre de 2011
El Nuevo Dia
Nueva York - AMR, matriz de American Airlines, se desplomaba hoy más del 30% en la Bolsa de Nueva York después de que se especulara sobre la posibilidad de que la aerolínea estadounidense se declare en bancarrota, lo que provocó que su cotización se viera interrumpida hasta en cinco ocasiones. Poco después de la media sesión en la Bolsa de Nueva York (NYSE), los títulos de AMR caían 33.11% para cambiarse por 1.98 dólares, de forma que se colocaban en niveles que no se veían desde 2009, mientras que desde que comenzó el año se han devaluado el 74.58 %. El desplome que registraban sus títulos este lunes provocó que su negociación tuviera que ser paralizada temporalmente en numerosas ocasiones y arrastró consigo a otras compañías aéreas como US Airways (-11.45 %), United Continental (-9.03 %) o Delta (-8.67 %), de forma que el índice Arca Global, que mide la evolución del sector en el NYSE, caía 7.02 %. Como respuesta a los rumores en el mercado y a la caída de sus acciones, la tercera mayor aerolínea de Estados Unidos aseguró que acogerse al capítulo 11 de la ley de bancarrotas "no es nuestro objetivo ni es nuestra preferencia", según informa la página de información financiera MarketWatch. Esa misma web asegura que la compañía aérea ha visto un fuerte incremento en el número de pilotos jubilados en los últimos meses, en concreto asegura que la cifra se ha elevado a más de dos centenares desde agosto, cuando la media mensual es de una docena. "Aunque un número mayor al normal de nuestros pilotos decidió jubilarse el 1 de octubre, esperamos operar con normalidad y que produzca un mínimo de inconvenientes para nuestros clientes", aseguró la empresa a este respecto, según fuentes citadas en MarketWatch. El pasado 20 de julio, la aerolínea anunció que durante el primer semestre del año perdió $722 millones, casi 40 % más que los $516 millones que ya había perdido en el mismo periodo del año anterior. La aerolínea vio en esos seis primeros meses del año cómo sus ingresos se elevaron el 7.2 %, hasta $8,691 millones, mientras que sus gastos subieron 10.3 %, hasta 11,956 millones, un avance que atribuyó al encarecimiento del petróleo. Para contrarrestar esas cuentas, ese mismo día anunció el encargo de 460 aeronaves a los fabricantes aeronáuticos Boeing y Airbus en los próximos cinco años, lo que supuso el mayor pedido de aviones de la historia de esta industria.