28 de septiembre de 2011
BBC
Desde promociones de minutos baratos, hasta descuentos para vacaciones y chats eróticos, pasando por comunicaciones del banco y anuncios del supermercado, los mensajes de texto no deseados ingresan a todas horas en los teléfonos celulares y en América Latina parecería imposible ponerles freno. En India tomaron medidas drásticas: el organismo regulador de las telecomunicaciones dijo "basta" y limitó a 100 la cantidad de SMS que se pueden mandar desde cada terminal por día. El spam de texto es también común en la región, donde muchas veces "desautorizar" el recibo de promociones -que el usuario jamás autorizó- puede resultar un proceso complejo. En algunos casos hay que pagar por el servicio, y a diferencia de India y algunos países europeos, las autoridades se mantienen al margen. El usuario Ezequiel Cismondi, de Argentina, se queja en Facebook que en su país "todos los días la empresa de celular te manda un mensaje con alguna oferta, y después te mandan otros (en los que prometen) que si mandas 'send' te ganas US$150.000". John Gonzalez Zuñiga Suarez confirma que en Perú pasa otro tanto, y Eduardo González los respalda desde Costa Rica, alegando que representan "una intromisión". Basta con recorrer foros en internet y hacer un par de búsquedas entre los grupos de Facebook para percibir que no están solos. Su descontento ha llevado a los propios operadores de telefonía a ajustar los mecanismos de control, explica el analista argentino Enrique Carrier, especialista en el mercado de las telecomunicaciones, bajo la premisa de que "cuidar a los clientes es cuidar al negocio". "Proceso kafkiano" Telefonía celular en América Latina Los mensajes de texto se consolidaron como una herramienta de marketing directo en la última década, cuando la penetración de la telefonía celular se disparó en la región. La porción más grande del mercado se la reparten dos grandes empresas: la mexicana América Móvil (Telcel y Claro) y la española Telefónica (Movistar). Juntas suman más de 350 millones de usuarios en América Latina, según datos publicados por Qualcomm a principios de 2011. Sin embargo, las notificaciones de "mensaje nuevo" que acaban en desilusión no cesan. Carrier señala que en Argentina la telefonía es el servicio que registra más quejas en la Secretaría de Defensa al Consumidor de su país- un dato que puede matizarse con el hecho de que hay más de 50 millones de líneas registradas, bastante más que suscripciones a Internet, por ejemplo. En la casilla generalmente ingresan dos tipos de mensajes indeseados, los que envía la propia operadora telefónica con ofertas de nuevos planes y promociones, y los mensajes de terceros. Bloquear los primeros implica comunicarse con el propio proveedor, hacer varios clics o aguardar varios minutos en línea de espera. Dar de baja la suscripción a los mensajes de otras empresas puede ser "verdaderamente kafkiano", dice Carrier. Telcel permite crear una "lista negra" para bloquear remitentes particulares, mediante sus plan de Smart SMS, y Movistar da la opción de prohibir el recibo de mensajes enviados desde internet a través de su paquete SMSfull, pero son servicios pagos. Según Carrier, "es bastante difícil. Los smartphones permiten descargar aplicaciones que rápidamente bloquean el contenido indeseado, pero con los teléfonos convencionales hay que dar varios pasos, y en muchos casos hay que pagar". ¿Autorregulación o intervención? Enviando un texto Bloquear los SMS molestos es complicado y a veces hay que pagar. Las compañías de telefonía celular tienen sus propias tipificaciones de spam y aunque en general todas prohíben el contenido que califica como tal, eso no filtra todos los SMS molestos. Por su parte, algunos reguladores gubernamentales han restringido los horarios en que se pueden enviar SMS comerciales, como por ejemplo en Colombia y Costa Rica, pero no es el caso de todos los países. "La gran diferencia del spam de SMS con el spam del correo electrónico es que en el caso del primero alguien pagó el envío. Eso significa que las operadoras están en condiciones de saber quién los manda", afirma Carrier. "Siempre va a existir alguna forma de spam, pero la regulación tendría que pasar por las propias operadoras". En India, donde hay unos 700 millones de suscriptores a la telefonía móvil, la Autoridad Regulatoria de las Telecomunicaciones optó por tomar cartas en el asunto. Algunos usuarios se habían quejado de recibir ofertas de "cinturones de sauna para adelgazar" a las tres de la mañana. Por su parte, a uno de los amigos de BBC Mundo en Facebook, Percy Cristóbal, el spam de SMS parece tenerle sin cuidado. "Déjenlos; a mi celular nadie me llama, sólo ellos se acuerdan de mí", escribió.