28 de septiembre de 2011
El Nuevo Herald
El exceso de medicinas recetadas depende del comportamiento del paciente. Cambiar esto supone que el paciente esté dispuesto a cooperar con su médico, asegura el Dr. Alejandro O. Roca, jefe de medicina interna del South Miami Hospital, y afiliado al sistema de salud del Baptist Hospital (Baptist Health). Su práctica está compuesta por personas mayores de 55 años. "Muchos pacientes hoy día no se comportan correctamente, no quieren hacer dieta ni ejercicios, y en lugar de rebajar de peso, aumentan", explica Roca, que hizo su entrenamiento de medicina interna en la Escuela de Medicina de Northeastern Ohio y lleva practicando en Miami desde 1992. Para evitar los problemas del corazón hay que controlar la obesidad con dieta y ejercicios. "La obesidad conduce a muchas complicaciones médicas, incluyendo la diabetes y el colesterol alto", explica el doctor que nació en Miami de padres cubanos. "Para la presión arterial, por ejemplo, se empieza por recetar un solo medicamento, pero si el paciente no ayuda eliminando la sal, haciendo ejercicios y rebajando de peso, una sola pastilla no puede controlar la presión. Y a veces hay que subir a una segunda pastilla y hasta a una cuarta para poderla controlar", dice el doctor, y añade que pudiéramos usar menos medicinassi el paciente fuera más responsable de cuidar su salud. Cuando el colesterol malo (LDL) está alto, se recomienda las estatinas (statins) para bajar su nivel y prevenir el endurecimiento de las arterias. Si además, los triglicéridos están altos hay que agregar otras dos medicinas: una para el colesterol malo y otra para los triglicéridos. Y si el paciente desarrolla diabetes, hay que añadir más medicamentos. "Por eso las personas mayores, que no se cuidan, toman tantos fármacos". Aparte de eso, el doctor Roca recomienda que las personas mayores tomen diariamente suplementos como calcio y vitamina D para proteger los huesos, y una aspirina de 81 mg. para licuar la sangre, y así prevenir un infarto del corazón o una embolia. Estos suplementos se pueden comprar sin receta. El internista advierte que como los suplementos naturales no están regulados por el Food and Drug Administration (FDA por sus siglas en inglés) se debe tener mucho cuidado ellos. Al proceso de envejecimiento se suman otras dos degeneraciones del cuerpo, la artritis y el alzheimer que se alivian con medicamentos. "La glucosamina, por ejemplo, sí cuenta con estudios en cuanto a su capacidad de reducir el dolor de la artritis degenerativa. Pero, a veces, se vende con condroitin, que no tiene probada su eficacia para reducir la osteoartritis en las rodillas o en la espalda", afirma Roca. Existen varios medicamentos para aquellos que presentan falta de memoria progresiva (Exelon, Aricept, Namenda, y otras). Sin embargo, aunque el paciente continúa perdiendo la memoria, es a un paso menor que si no tomara esos medicamentos. "No hay cura para la pérdida de la memoria ni para el Alzheimer, solo se puede retrasar su desarrollo", dice Roca. "La idea es estabilizarlos con las medicinas, para mantenerles la memoria el mayor tiempo posible y prevenir que tengan que ir a un hogar de ancianos, pues llega un punto en que no los pueden seguir cuidando en la casa", dice. Por su parte, el doctor Daniel Varon, neurólogo del Mount Sinai Wien Center for Alzheimer’s Disease and Memory Disorders, explica que hay un grupo de medicamentos, aprobados por el FDA para el Alzheimer que pueden usarse en casos selectos en el estado temprano de la enfermedad. Pero estas medicinas llamadas inhibidores del colinesterase (cholinesterase inhibitors) como el Donepezil (Aricept), rivastigmine (Exelon) y galantamine (Nivalin, Razadyne, Razadyne ER, Reminyl, Lycoremine) son solo para tratamientos sintomáticos. No alteran el curso de la enfermedad, pero sí pueden retardar algunas de sus manifestaciones, incrementando la función de las neuronas que todavía están saludables. "Como hay múltiples causas para los cambios leves de memoria, es muy importante que los pacientes se hagan una evaluación amplia y completa con un médico experto antes de que empiecen a tomar cualquiera de esas medicinas", advierte Varon, y añade que en general, los medicamentos actualmente aprobados para el Alzheimer no interactúan negativamente con la mayoría de las medicinas prescritas para la presión alta, diabetes, colesterol, etc. "Sin embargo", afirma, "no están libres de efectos secundarios y deben ser administrados bajo la supervisión de un doctor. Si por cualquier razón un medicamento no se tolera, se puede intentar con otro en la misma categoría, o se puede prescribir una dosis menor para evitar los efectos secundarios". Roca recomienda llevar una vida sana. Paga en salud hacer ejercicios. Salir a caminar todos los días, montar en bicicleta o nadar que no cuesta nada. "Hay que mantenerse activo, no sentado frente al televisor", recomienda el internista. La interacción entre los medicamentos puede ser peligrosa. Por eso Roca recomienda una comunicación sincera del paciente con su médico primario. Este debe saber qué medicinas le han recetado otros médicos para poder estudiar la interacción entre los medicamentos de manera que no se produzca una reacción fatal. "Hay que tener mucho cuidado con algunos antibióticos, por ejemplo, si se toman con las medicinas del colesterol, pues pueden causar problemas en los músculos, flojera, y hasta fallo renal. Es importante que el médico primario conozca qué antibiótico le ha mandado el especialista, para asegurarse que no sea contraproducente con otra medicina que está tomando el paciente".