19 de septiembre de 2011
La Opinion
Desesperada por obtener dinero para pagar la renta, Pilar Posada, una diseñadora gráfica de Fullerton, que súbitamente se quedó sin trabajo, hizo lo que mucha gente hace: siguió la promesa de un comercial de televisión que ofrecía dinero en efectivo rápido. "Sentí que mis opciones se habían terminado, ya había pedido un préstamo personal por dos meses consecutivos y este era el tercer mes. Ya tenía tiempo viviendo de mis ahorros y había vaciado todas mis cuentas", contó la mujer. "Fue entonces cuando vi el comercial: ‘use el título de propiedad de su carro y siga manejando. Obtenga dinero rápido’". Consultó a través de Internet y solicitó en dos sitios, uno de los cuales le negó de inmediato el préstamo. Tuvo mejor suerte con el segundo. "Me dijeron que podían darme 2,600 dólares, me pidieron el título del carro, una copia de la llave y pusieron un aparato de esos que siguen al carro para saber dónde está [tracking device]. Además me exigieron cambiar el seguro de responsabilidad a terceros a uno de cobertura total", dijo Posada. "Ya tengo meses pagando el mínimo, 300 dólares, y es solo interés lo que pago". El interés es de 122% anual y el período del préstamo es de 42 meses. Esencialmente, dijo Posada, lo más probable es que termine perdiendo el carro, ya que aunque pague religiosamente los 300 dólares mensuales, todavía tendrá un pago grande del valor del carro al final. Si no lo cubre, perderá su vehículo. Los llamados car title loans (préstamos sobre el título de propiedad del automóvil) o pink slip loans han cobrado popularidad en los últimos años, en particular durante la recesión económicaque ha hecho tan difícil obtener crédito. Se trata de préstamos rápidos, generalmente de pequeñas o medianas cantidades y que se pagan a un muy alto interés. El colateral que se entrega a la compañía que ofrece el crédito es el título de un vehículo o una copia del mismo. Hay empresas que piden una copia de las llaves e incluso hay otras en las que se puede usar un auto que uno todavía esté pagando, lo que hace aún más peligroso el tipo de préstamo, según expertos en protección al consumidor. Solo 20 estados del país permiten la existencia de este tipo de préstamos, muy similar al tradicional "empeño" de algo de valor. La diferencia es que, tal y como se promociona, la persona puede seguir manejando su auto. Pero eso hasta que se retrasa en el pago, en cuyo caso se puede ver sin su vehículo de la noche a la mañana. "El costo de estos préstamos es demasiado alto y generalmente lo usan personas desesperadas, las mismas que a menudo usan los payday loans usando su cheque de nómina", dijo César Castro, del Centro para Préstamos Responsables (CRL). "Se usan a menudo para pagar gastos diarios, corrientes y tienen condiciones tan extremas que por lo general llevan a repetir préstamos. Hemos sabido de personas que han sacado hasta ocho préstamos seguidos". Según CRL, hay cuatro indicativos básicos que identifican a un préstamo de esta categoría: altísimo interés que puede llegar hasta el 300% anual; son de corto tiempo y a veces incluyen varios pagos de solo interés y luego un pago balloon del resto del préstamo. Algunos son tan cortos que pueden deberse en un mes y otros llegan hasta tres años. Otro indicativo es que el precio del no pago es la pérdida o reposesión del vehículo; y un cuarto es que a menudo se pueden renovar, causando un ciclo sin fin de deudas del que la persona no puede salir. En California, los préstamos pequeños pero superiores a 2,500 dólares no tienen regulación ninguna y pueden tener el interés que se acuerde entre el cliente y la empresa. Es probablemente la razón por la que a Posada, la compañía le ofreció un préstamo de 2,600 dólares "La verdad ha habido intentos de regular esta industria, pero hasta ahora los reglamentos son débiles; realmente es el salvaje oeste para los consumidores y las tasas de interés van desde el 180% al 300%", dijo Castro, de CRL. Los consumidores deben tener cuidado con los términos del préstamo y, de ser posible, acudir a cualquier otro tipo de recurso antes de llegar a uno de estos, dijo Castro. "El consumidor generalmente pierde", apuntó. ‘La verdad ha habido intentos de regular esta industria, pero hasta ahora los reglamentos son débiles; realmente es el salvaje oeste para los consumidores y las tasas de interés van desde el 180% al 300%’.