19 de septiembre de 2011
El Nuevo Dia
¿Recuerda sus visitas al supermercado hace exactamente 10 años? Si su memoria le falla, tal vez la de su bolsillo no. Los artículos en el supermercado costaban, en promedio, un 32% menos y el bolsillo del consumidor hace una década no sufría tanto. Productos como el aceite de maíz, los plátanos, la bolsa de arroz y la leche fresca son solo algunos de los artículos cuyos precios se han disparado en los últimos 10 años en Puerto Rico. Para darle una idea, comprar medio galón de leche hoy cuesta 70% más y los plátanos hasta 300% más. Así lo corroboró Negocios al tirarse a la calle por cuarta ocasión en los últimos 10 años para verificar cómo han cambiado los precios en las principales cadenas de supermercado y tiendas de conveniencia. Al igual que en las tres veces anteriores, se visitaron ocho establecimientos y en todos se realizó la misma compra. No obstante, ahora se incluyó a Selectos por primera vez, en sustitución de Grande, que desapareció del mercado el año pasado. En casi todos los establecimientos, los plátanos han aumentado de tres a cuatro veces el precio que tenían a septiembre de 2001, cuando se conseguían a un precio entre 25 y 39 centavos cada uno. Los más baratos los tiene Selectos, a 75 centavos cada uno, según se desprende del análisis. Hace una década, en Walmart Supercenter se conseguían cuatro plátanos por $1, pero por ese precio hoy apenas se puede comprar uno solo en Pitusa. El arroz, que es el plato principal en la dieta boricua, también ha subido considerablemente de precio, mientras el tamaño de su empaque se ha reducido. La bolsa de tres libras costaba antes, en promedio, 82 centavos; pero hoy en la mayoría de los supermercados se paga casi el doble y por menos cantidad. Y es que ahora el empaque de arroz El Mago es de 2.2 libras -en vez de tres libras- y el precio está un 80% más alto que en el 2001. Walmart lo tiene a $1.44 la bolsa, mientras en Econo está a $1.69 y en Big K a $1.89. Pitusa resultó ser el establecimiento con el precio más barato, $1 la bolsa. La leche fresca libre de grasa cuesta hoy un 72% más que hace una década. Antes, el medio galón, en promedio, valía $1.99. Hoy está entre $3.43 y $3.48. El Walmart Supercenter la tiene a $3. Por reglamento de la Oficina para la Reglamentación de la Industria Lechera (ORIL), se supone que el medio galón de leche se venda a $3. Suben precios, no el ingreso El alza en los precios supone un gran reto para el consumidor puertorriqueño, que utilizan el 10% de su ingreso disponible para la compra de alimentos. Al año fiscal 2010, el ingreso personal disponible per cápita era de $14,481 a precios corrientes, según el economista Luis Benítez. Sin embargo, la inflación se come cualquier aumento en el ingreso, ya que éste no sube en la misma proporción que ha aumentado el precio de los alimentos, indica el economista. "El ingreso a precios reales ha subido la mitad de lo que han subido los alimentos en la última década", expresó al señalar que eso es sin contar el alza en el precio del combustible que también se ha disparado. Agregó que la inflación acumulada, de año a año, en el renglón de los alimentos ha sido de 32% en la última década. Se reduce el tamaño El café, que es la bebida nacional de Puerto Rico, ha subido un 42%. No obstante, el empaque trae menos cantidad ahora. Hace 10 años la libra (16 onzas) costaba $3.50, mientras hoy 14 onzas cuestan $5 o más. Luis Oriol, comprador de Selectos, indicó que el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) regula el precio del café, pero la ley dice que es el empacado en bolsas de papel. Por eso, algunas empresas han cambiado a bolsas metalizadas, además de que éstas conservan mejor la frescura del producto. Yaucono fue uno de los que cambió a bolsas metalizadas hace un par de meses y aprovechó para bajar la cantidad de onzas en el empaque, dijo Rafael Soto, vicepresidente de Selectos. El cambio en el tamaño es casi imperceptible, y si no lee el empaque, el consumidor pensaría que la bolsa tiene una libra. Los detergentes también han reducido sus tamaños, y aunque los precios han bajado, no ha sido en la misma proporción. En el 2001, nuestra compra incluyó el Ace Ultra en polvo de 87 onzas y su precio promedio era $8.50. Hoy, 20 onzas cuestan $3.30 aproximadamente. Otro producto que redujo el tamaño es el aceite de maíz Mazola. Diez años atrás, la botella de 48 onzas costaba $2 aproximadamente. Ese tamaño desapareció y ahora 40 onzas valen el doble. Con excepción de Pitusa y Selectos, que no tenían disponible el aceite Mazola, en todos los demás establecimientos estaba prácticamente al mismo precio, entre $3.97 y $3.99. Este fue uno de los pocos productos que cuesta lo mismo, independientemente del establecimiento en que se adquiera. Por el contrario, la salsa de tomate es uno de los artículos que más varía en precio, según donde se compre. En Amigo y Selectos está a 25 centavos la lata, en Econo a tres por $1, en Big K a 39 centavos y en Pueblo a 45 la lata. Artículos en mayor cantidad De otro lado, hace 10 años la mayoría de los supermercados vendían las cabezas de ajo sueltas. "Hoy el ama de casa prefiere los ajos pelados", manifestó el vicepresidente de Selectos, razón por la cual casi ninguna cadena las vende ahora de manera individual. Además de pelados, se venden molidos o en empaques de tres o cuatro cabezas envueltos en una malla, dijo Soto. La tradicional Coca Cola también dejó atrás su famoso "six pack" para vender ahora los "8-pack" o la docena. En el caso del paquete de 8 se vende a $2.50, solo Big K la tiene al precio sugerido de $2.99. El six-pack se vendía hace 10 años a $1.79. Hasta el agua aumenta Los tomates, el vinagre y el galón de agua también están más caros. En el caso de los tomates, en el 2001, la libra estaba entre 99 centavos y $1.27, e incluso en especial se podían conseguir a 67 centavos la libra. Hoy el precio sobrepasa $1.50 la libra, excepto en Econo que los tenía en especial a 78 centavos la libra. Amigo y Walmart Supercenter los venden a $1.97 libra. El vinagre blanco Heinz subió más de 40% y el agua Cristalia un 30% en los últimos 10 años. Los productos de aseo personal y de limpieza para el hogar no se quedan atrás y han incrementado también. Los jabones Dove han subido un 50%, el Wyndex un 25% y la pasta dental Colgate un 22%. En el caso de los jabones Dove, Econo es el que más barato los tiene, a $2. La mayoría de sus competidores los venden entre $3.43 y $3.59, cuando hace 10 años costaban la mitad de eso. No todos los artículos han subido en la última década. La carne de lomillo se consigue más o menos igual a los precios de hace 10 años, mientras productos como el jabón de fregar Dawn original y el desodorante Suave también tienen precios similares a los de 2001. Los precios de Selectos Al igual que en las cuatro veces anteriores, ninguna cadena tiene todos los productos más baratos que su competencia, ni más caros tampoco. Sin embargo, esta vez fue Selectos el que cuenta con el mayor número de artículos al mejor precio. Por el contrario, Pueblo es el que tiene la mayor cantidad de productos con los precios más altos. Aún así, es Pueblo el que tiene el líquido de fregar Dawn más barato, a 99 centavos, un 30% menos que en Selectos. Al cierre de esta edición, los ejecutivos de Pueblo no habían devuelto nuestras llamadas. Mientras, Pitusa fue la cadena que menos productos tenía al momento de visitarla. Iván Rivera, vicepresidente a cargo de los supermercados, reconoció el problema y se lo achacó a que los suplidores no han podido despachar la mercancía en todas las Pitusa, y menos en esta temporada de huracanes. "Créame que no es porque no queremos comprar mercancía, es porque los suplidores no nos la han entregado. Un artículo como la chuleta, que es tan movido, no lo tengo ahora mismo. Eso es fatal, es funesto, y nos pasa dos o tres veces al año, principalmente en época de huracanes", dijo el ejecutivo. Agregó que, a diferencia de otras cadenas, Pitusa no cuenta con un centro de distribución desde donde se despacha la mercancía a las tiendas. En su caso, los suplidores son los que la distribuyen a cada uno de los 16 supermercados alrededor de la Isla. En resumen, los supermercados siguen desarrollando estrategias para competir entre sí, algo que en teoría debe beneficiar al consumidor. Sin embargo, el alza que han experimentado los precios de los alimentos es irrefutable, dejando en manos del consumidor la tarea de estudiar minuciosamente los precios antes de tirarse a la calle a comprar, a modo de proteger su bolsillo.