5 de febrero de 2020
El Vocero
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Ante la merma en el consumo, y como consecuencia, en los ingresos, pero con igual o mayor costo de producción, y mientras los ganaderos mantienen una pugna en torno a la fórmula de pago —unos en favor de dos niveles y otros en favor de cuatro— es posible un alza en el precio de la leche fresca, cuantía que aún se desconoce.
Jorge Campos, Administrador de la Oficina para la Reglamentación de la Industria Lechera (ORIL), en entrevista con EL VOCERO declaró que no descarta que para el mes de marzo se esté celebrando la vista pública para presentar los hallazgos de la auditoría realizada a cada componente de la industria, y que los mismos tengan la oportunidad de retar los hallazgos y explicar el porqué deben adjudicarse los costos presentados. Una vez culminado el proceso, deberán estar determinando el precio promedio de un cuartillo de leche fresca, basado en el costo de producción y una ganancia razonable.
Acorde con los ganaderos, con el pago ponderado que se instituyó después del huracán María, se pagaba un promedio de 65 centavos por cuartillo, mientras que los costos de producción ascienden a 67 centavos por cuartillo. El estudio exhaustivo que se está realizando para determinar el precio real de producir un litro de leche fresca no ha culminado, ya que solo poseen la parte de los ganaderos y se encuentran en la fase de auscultar las plantas elaboradoras.
No obstante, Campos no descarta que ante la merma en el consumo, que desde 2016 en leche fluida —toda la variedad de leches desde UHT hasta las de sabores— ha alcanzado un 14% y en leche fresca cerca de un 20% —lo que ha redundado en reducción de ingresos y el alza en los costos de producción— se genere un posible cambio hacia el alza en el precio de la leche.
“Es probable que el precio pueda incrementar, pero hay que culminar el estudio y determinar que los costos identificados para la producción de un cuartillo de leche, en efecto sea para ese tipo de producto y no ningún otro costo no relacionado”,afirmó el administrador de ORIL.
En torno al efecto en venta que el alza pueda causar, aseguró que un análisis de elasticidad ha evidenciado que no existe relación entre precio y baja en el consumo. Sin embargo, entiende que ha de continuar afectándose la venta. Como evidencia de que no existe relación directa entre precio y consumo, sostuvo que en los EE.UU. el precio es más bajo que en la Isla e igualmente están experimentando una tendencia a la baja.
Estas declaraciones se obtienen en momentos en que Campos se reafirma en la fórmula de pago de dos niveles. Explicó que en la primera liquidación de este año —donde figuraban los cuatro niveles— se beneficiaron muy pocos ganaderos y se decomisaron 1.5 millones de cuartillos de leche. En la segunda liquidación, cuya fórmula había sido enmendada a dos niveles, aseguró que se benefició a un mayor número de ganaderos, logrando una mayor estabilidad en sus ingresos. “Lo ganaderos tienen que ajustar sus costos, la calidad de su producto y lograr mayores eficiencias”, afirmó.
Reaccionan los ganaderos
En tanto, un grupo de ganaderos que avala la fórmula de pago de cuatro niveles exige que se culmine el estudio que se está realizando para determinar el precio real de producir un litro de leche y que así se le pueda pagar a los ganaderos por el costo de producción, más una ganancia moderada.
Dicho grupo emplazó a la gobernadora Wanda Vázquez Garced a atender sus reclamos de que se restituya el modo de pago por niveles por la leche cruda en Puerto Rico.
Los ganaderos —que no son parte de la Cooperativa de Productores de Leche, mejor conocida como Coople— apoyan al secretario de Agricultura, Carlos Flores, quien había restituido el sistema de pago por niveles, el cual fue revertido al modo de pago ponderado en las primeras semanas de enero mediante orden ejecutiva emitida por la ORIL. Los ganaderos también solicitan que se lleven a cabo vistas públicas, conforme a la ley.
“Emplazamos a la gobernadora a reunirse con nosotros, a escuchar el punto de vista de los ganaderos que no están afiliados a Coople. Tenemos, no solo los testimonios de ganaderos, sino también datos que apoyan nuestro reclamo a volver al sistema por niveles, que es más justo para los ganaderos que no están tratando de ser dueños de plantas elaboradoras de leche”, indicó Carlos Benítez, ganadero de Isabela y uno de los portavoces del grupo.
Realidad de la industria
Hace unos años, la industria lechera vendía 350 millones de cuartillos anuales. Hoy esa cifra se ha reducido a 170 millones, con 236 ganaderos. Acorde con los ganaderos opositores a la fórmula de pago vigente, la misma favorece a un 30% del grupo de ganaderos, saliendo perjudicados el restante 70%.
Aseguraron que ya no se trata de una industria lechera, sino una industria de productos lácteos, donde en ese segmento ya se vende cerca de $1,000 millones anuales y del 100% de la producción de leche del País, solo el 35% se vende como leche fluida.