12 de junio de 2024
Un tribunal italiano puso bajo administración judicial a una filial del gigante francés del lujo LVMH, que fabrica bolsos de la marca Dior. La decisión responde a que la compañía había subcontratado a fabricantes de propiedad china que explotaban a los trabajadores.
De acuerdo con el reporte del tribunal de Milán revelado este lunes, los fiscales que investigaron el caso concluyeron que los hechos denunciados en la filial italiana del LVMH no eran aislados, sino un proceso sistemático que buscaba ampliar las ganancias de la empresa. "No es algo esporádico que concierne a lotes de producción individuales, sino a un método de fabricación generalizado y consolidado", detalla el documento, citado por Reuters.
Por lo tanto, se determinó que Manufactures Dior SRL sea puesta bajo administración judicial por un año, período en el que la compañía podrá continuar operando.
Como parte de la investigación, la Policía inspeccionó en marzo y abril las empresas contratadas Pelletteria Elisabetta Yang SRL, Albertario Milano SRL —ambas proveedoras directas de Manufactures Dior SRL—, New Leather Italy SRLS y AZ Operations SRLS, ubicadas en los alrededores de Milán. En ellas estaban empleadas 32 personas: dos eran inmigrantes ilegales y otros siete trabajaban sin la documentación requerida.
Mano de obra disponible las 24 horas del día
En esos controles se comprobó también que los empleados vivían y trabajaban en "condiciones de higiene y salud que estaban por debajo del mínimo requerido por un enfoque ético". Además, debían dormir en su lugar de trabajo para tener "mano de obra disponible las 24 horas del día".
En tanto, los datos de consumo eléctrico mostraron "ciclos de producción diurnos y nocturnos sin interrupciones, incluso durante las vacaciones" y los dispositivos de seguridad de las máquinas fueron removidos para permitirles operar de forma más rápida.
Este sistema de explotación les permitió a las empresas contratantes reducir los costos. Según el documento judicial, a Dior le cobraban 53 euros (unos 57 dólares) por un bolso que luego era vendido al público a por lo menos 2.600 euros (alrededor de 2.800 dólares).