19 de septiembre de 2024

El Periodico

Estados Unidos ha empezado ya a poner fin a una era: la que durante más de cuatro años ha estado luchando contra la inflación con altos tipos de interés. Este miércoles, la Reserva Federal ha anunciado un recorte de medio punto en el precio del dinero. La bajada se daba por garantizada pero hasta el anuncio había suspense si el recorte sería de un cuarto de punto o medio. Y con la incógnita despejada, los tipos situados en una horquilla de entre 4,75 y 5%, y previsiones de realizar otro u otros recortes por un total de medio punto antes de que acabe el año se abre una nueva etapa.

La decisión no ha sido unánime y ha tenido un voto en contra, de una gobernadora que quería la bajada más suave (y que representa el primer disenso de un gobernador desde 2005). Pero se ha impuesto la más agresiva. Y apunta a que la Fed ha ganado confianza, aunque en su comunicado el banco central estadounidense también admite que sigue habiendo "incertidumbre" sobre la evolución de la economía.

"No estamos en un camino prefijado", ha declarado después Jerome Powell, presidente de la Fed, en su rueda de prensa al hablar sobre las proyecciones de futuros recortes (el medio punto este año, con reuniones en noviembre y diciembre, y acabar 2025 con los tipos al 3,4%).

"Las previsiones no son un plan", ha insistido. "Nada sugiere que tenemos prisa. Iremos reunión a reunión basándonos en los datos, las perspectivas y el balance de riesgos. E iremos rápido, lento o haremos pausa si es adecuado".

Un punto de inflexión

En respuesta a la crisis que abrió la pandemia de covid, el banco central estadounidense empezó a subir los tipos y, a un ritmo y dimensión sin precedentes (5,25 puntos entre marzo de 2022 y julio de 2023) los llevó a su lugar más alto en dos décadas, y ahí los dejó durante más de un año, mientras se intentaba ralentizar la economía y reducir la inflación.

El organismo que preside Powell logró enfilar así el control de precios, con la inflación contenida hasta el 2,5% internual en agosto, muy lejos del 9.1% que alcanzó en verano de 2022. A la vez el mercado laboral se ha ido enfriando, con el último dato de paro en EEUU situado en el 4,2%. Y ahora la Fed, con su doble mandato de control de precios y empleo, envía señales de que pone el foco en proteger el mercado laboral.

Powell, eso sí, ha querido subrayar en sus declaraciones a la prensa que no ven el mercado laboral débil sino más débil de como estaba antes de la pandemia. pero aún en buena forma. "Nuestra intención con nuestro movimiento de la política es mantenerlo así", ha dicho.

Argumentos

Pocas veces en los últimos tiempos había habido tanta incertidumbre alrededor de una decisión de la Fed, aunque en este caso no haya sido por una bajada que se daba por segura, por la que algunos de los consejeros de la Fed ya abogaban en julio, y que ya adelantó en la reunión de Jackson Hole Powell (que dijo literalmente: "ha llegado el momento de ajustar la política") sino sobre de cuánto sería. Y en las dos opciones que barajaban la mayoría de analistas y expertos había argumentos.

Al recorte de solo un cuarto de punto, por ejemplo, se le veía la ventaja de que podría evitar una aceleración económica que podía provocar nuevas subidas de precios. El de medio punto, en cambio, se leía como una señal clara de la Fed de que quiere proteger el mercado laboral. Al final se ha impuesto el recorte más agresivo..

La Fed también ha publicado hoy sus previsiones económicas, una hoja de ruta de qué se puede esperar en los próximos meses. Ahí entra la previsión de que haya otro recorte de medio punto antes de que acabe el año y la de que el paro, que en junio creían que acabaría el año en 4%, se sitúe en el 4,4%. En los últimos datos el índice de desempleo está en EEUU en el 4.2%.

Elecciones

El recorte. de medio punto es una noticia a la que sin duda dará la bienvenida Kamala Harris, la vicepresidenta y candidata demócrata, uno de cuyos puntos débiles es el desencanto ciudadano con los altos precios que han marcado la presidencia de Joe Biden, que explota además el expresidente y candidato republicano Donald Trump. Hay una palpable desconexión entre el sentimiento de los estadounidenses con la situación económica, el tema que más les preocupa a la hora de votar, con los datos que reflejan buenos resultados de las políticas de Biden.