El Nuevo Herald
Cuando Karla Ebenbach saca a sus tres hijos a cenar, sólo pide un menú para niños. Aunque su niño de 6 años todavía ordena de éste, su hijo de 10 años y su hija de 13 usan el menú de adultos. “Los menús infantiles son muy reducidos”, dijo Ebenbach. “Incluso los niños tienen un límite para cuantas veces pueden comer deditos de pollo y papas fritas”.
Las comidas para niños pierden su popularidad, y la tendencia es más pronunciada en los lugares de comida rápida. Sólo el año pasado, los alimentos de niños que incluyen juguetes cayeron un 6 por ciento, de acuerdo con la firma investigadora de mercado NPD Group, de 1,300 millones a 1,200 millones.
Varias razones influyen en la caída.
Algunos padres piensan que las comidas no son saludables o que pueden ahorrar dinero al ordenar a la carta los menús de valor o compartir los platos de adultos con los pequeños. Pero los expertos también dicen que los jóvenes están perdiendo interés en las comidas de niños a una edad más temprana.
“Eso no es necesariamente lo que los niños de hoy en día quieren”, dijo Bonnie Riggs, analista de restaurantes para NPD. “Ellos se han convertido más sofisticados en su paladar. Buscan versiones más pequeñas de algunas de las cosas que ordenan mamá y papá”.
Representativos de McDonald’s y Wendy’s, dos de las mayores cadenas de comida rápida del país, no respondieron a solicitudes para un comentario. Burger King no quiso discutir sus ventas pero dijo que cambió su programa para niños a finales del año pasado para incluir actividades interactivas y coronas de cartón nuevamente diseñadas.
En los restaurantes de comida rápida, dijo Riggs, los padres pueden ahorrar dinero a menudo al ordenar menús de valor.
En Chick-fil-A en Apopka, cerca de Orlando, “He visto un buen puñado [de niños] que comen nuestras ensaladas, lo que es formidable”, dijo Marsha McNees, la directora de mercadeo del restaurante.
Como muchas otras cadenas, Chick-fil-A ha agregado comidas más saludables para los jóvenes. Ahora ofrece bolsas de fruta y limonada, leche o jugo como acompañantes, y ha agregado nuggets de pollo a la parrilla. McDonald’s ha rebajado el tamaño de sus papas fritas y ha agregado manzanas a todos los Happy Meals.
Hace varios años, Subway cambió galletas y sodas por manzanas y jugos o leche, dijo Curt DiPasqua, quien supervisa más de 300 restaurantes de la Florida. También redujo ligeramente los precios.
Pero eso no ha aumentado el interés en los menús infantiles, que incluyen sándwiches de tres pulgadas. Ellos se mantienen como una parte pequeña de las ventas – entre un 2 y un 3 por ciento, dijo DiPasqua.
“A los niños les gusta emular a los adultos”, dijo DiPasqua. “Tan pronto como tienen 5, 6, 7 años, quieren elegir su sándwich del menú”.
Agregó que ha notado también que los padres comparten a menudo sus sándwiches con los más jóvenes.
María Casillas hace exactamente eso mientras ella y su hija de 5 años, Mariana, disfrutan un sándwich italiano de un pie de largo en un Subway en Florida Central.
Casillas, una madre ama de casa, no compra comidas rápidas para niños porque “no son suficientes para ellos” y son muy poco sanas.
Emily Lau, una madre de tres de Miami, no ha usado durante años el menú infantil. “Ellos ordenan del menú regular”, dijo ella. “Ellos necesitan más comida”. Una típica comida rápida de un niño es una hamburguesa de un cuarto de libra, que es significativamente mayor que las hamburguesas que brindan las comidas infantiles.
Y no es sólo los restaurantes de comida rápida donde los padres escogen entradas para las personas mayores.
Bistro One LR, un restaurante en el Ritz-Carlton en Miami Beach, se dirige a los niños con gustos más sofisticados. “Siempre hay una conciencia de la nutrición”, dijo Jenni Greenspan, la directora de relaciones públicas del Ritz-Carlton de South Beach. “Tenemos nuestras cosas estándar para niños como queso a la parrilla, pero también tenemos filetes de cherna”.