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Científicos de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Estados Unidos, ha revelado que la cirugía para perder peso no disminuye los costes de la atención de las personas obesas a largo plazo, lo que hace que no sea coste-efectiva.
Así se desprende de los resultados de un informe publicado en el último número de la revista 'JAMA Surgery', cuyos autores niegan ser contrarios a la cirugía bariátrica. "Tenemos que verlo como lo que es, para algunas personas casi se puede decir que salva vidas, pero en otros casos es una decisión más compleja".
Según la Sociedad Estadounidense de Cirugía Metabólica y Bariátrica, alrededor de 200.000 personas se someten a una intervención de este tipo, que generalmente se recomienda para personas con un índice de masa corporal (IMC) de al menos 40, o 35 si también tienen confluyen otros problemas de salud tales como la diabetes o la apnea del sueño severa.
Para su estudio, el investigador Jonathan Weiner y su equipo hicieron un seguimiento de las reclamaciones de casi 30.000 personas que se sometieron a esta cirugía entre 2002 y 2008, y las compararon con las de un número similar de personas obesas con los mismos problemas de salud pero que, sin embargo, no se sometieron a esta intervención.
Como era de esperar, el grupo de los pacientes operados tuvieron un mayor costo inicial de la atención, de alrededor de 29.500 dólares (unos 22.300 euros).
En los seis años posteriores, los costes de atención de salud eran los mismos entre las personas que se habían sometido a una cirugía o no, o en todo caso ligeramente superior en este grupo de pacientes.
El valor medio y anual de las reclamaciones osciló entre los 8.700 y 9.900 dólares por paciente (entre 6.500 y 7.500 euros) por paciente.
El equipo de Weiner detectó una caída en los costes de los medicamentos en pacientes operados en los años posteriores a sus procedimientos. Pero esas personas también recibieron más atención hospitalaria en ese periodo, lo que anulaba las ventajas económicas ligadas a la cirugía.
El inconveniente del estudio, según sus autores, es que este seguimiento de seis años sólo se realizó al 7 por ciento de los pacientes operados.
"Está claro que la cirugía puede ayudar a las personas a perder peso e incluso a veces cura la diabetes", ha explicado Weiner a Reuters Health, si bien reconoce que "tal vez no valga la pena ni sea rentable para todos los que están obesos". "Eso significa que los políticos y las empresas tendrán que decidir quién debe recibir esta prestación o no", ha añadido.