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  Por el libro
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11 de febrero de 2022

El Vocero

Si no se toman decisiones urgentes para frenar la reducción poblacional, el sostenido crecimiento en la cantidad de personas de edad avanzada y la merma en natalidad, la compleja situación económica que confronta Puerto Rico hoy podría complicarse en todos los ámbitos, desde el empleo y la salud hasta el entorno social.

Es por esto que diversos representantes del sector académico, salubrista y económico del País hicieron un llamado a trabajar propuestas que mitiguen una realidad que entienden no tiene vuelta atrás.

Luis Pericchi, catedrático del Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Puerto Rico (UPR), lanzó una alerta a la sociedad. “No podemos seguir evadiendo la súbita reducción poblacional a riesgo de que Puerto Rico se transforme en una égida insostenible y decadente. La única decisión imposible es la de no tomar decisiones”, expuso durante el Primer Encuentro Interagencial y Académico de la Universidad de Puerto Rico sobre el descenso de la población en la Isla.

“No se puede mirar hacia otro lado, hay que estudiar y actuar, proponer acciones frente al inminente descenso poblacional. Para 2030 se espera que se reduzca una cuarta parte la tasa de nacimientos”, dijo.

Sobre esta premisa, el doctor Hernando Mattei, catedrático del Programa Graduado de Demografía en el Recinto de Ciencias Médicas de la UPR, abundó que la reducción en la natalidad es algo que está ocurriendo en todos los segmentos de edades. Datos del 2019 -los más recientes disponibles- arrojaron que la mitad de las puertorriqueñas que deciden tener hijos tienen solo uno.

“Hay más defunciones que nacimientos y esta situación es bien preocupante. No hay una forma viable para que vaya a mejorar. Aun cuando se elimine la migración, se va a seguir perdiendo la población por los pocos nacimientos. Entre el 2010 y 2020 se perdió el 11.8% de la población”, sostuvo Mattei.

Los datos certifican que en la actualidad muy pocas mujeres llegan a tener un tercer hijo y los expertos prevén que los números de nacimientos seguirán bajando. De hecho, Puerto Rico cuenta con una de las tasas más bajas en fecundidad, incluso al compararse con los países líderes en ese renglón como España, Italia y Grecia. Los números de la Isla son muy parecidos a destinos orientales como China, Corea del Sur y Singapur. Asimismo, la referida cifra es menor a la de todos los estados de Estados Unidos.

“Pocos países han bajado a estos niveles, desde el 1998 hubo una reducción sostenida. No podemos dar palos a ciegas y tenemos que entender lo que está pasando con nuestra población para poder manejar los efectos negativos. La fecundidad puede seguir reduciéndose”, dijo Mattei.

Mientras, el segmento de las personas de 65 años o más sigue avanzando, al igual que la mediana edad, que ronda los 43 años, cuando en 2010 era de 37 años.

La población más joven, de 18 años o menos, disminuyó un 49% entre 2000 y 2020, lo que implica una reducción en la fuerza laboral y menos estudiantes a nivel escolar y universitario.

“En 1950 hubo 90,000 nacimientos, en los 90 se desplomó a 60,000 y hoy tenemos 20,000. Antes la migración se compensaba con los nacimientos, pero hoy no se compensa la pérdida de la población, El patrón de la migración es bien claro y revertirlo va a ser bien difícil, pero hay que intentarlo”, resaltó Mattei.

En los últimos 15 años, 1.1 millones de residentes de la Isla emigraron a Estados Unidos, y aunque 441,000 regresaron, hay un patrón mucho más alto de las personas que abandonan el País. Esta tendencia se ve claramente en todos los municipios, las cuales entre 2010 y 2020 perdieron población.

Golpe a la educación

Otro sector muy afectado con la marcada baja poblacional es la educación, ya que la reducción en nacimientos hace que haya menos estudiantes. En 2021 hubo un total de 18,971 nacimientos. Estas personas estarán cursando su primer grado en 2027 y la universidad en 2039. De continuar esta tendencia, se espera una reducción en la población de educación superior de un 23.3% para 2030.

“No ha disminuido la tasa de escolaridad, sino la población. Para el 2040 la población universitaria estará muy por debajo a la que hay ahora”, proyectó Pericchi.

Según Guillermo López Díaz, subsecretario de Asuntos Académicos del Departamento de Educación, en el semestre en curso hay 259,535 estudiantes en el sistema público, mientras que el año pasado la cifra fue de 276,413, equivalente a una reducción de 6.11%.

“En los últimos 10 años ha habido una reducción de 40% en la matrícula de las escuelas públicas y un 41% menos de planteles escolares. De 860, ahora hay 606 escuelas”, informó López.

En relación al tema de la enseñanza, la economista Heidie Calero, expuso que la matrícula en las universidades ha descendido dramáticamente, por lo que este sector debe ajustarse a la modalidad virtual y tomar en cuenta a los adultos que quieren continuar sus estudios como estrategia económica.

“La universidad debe ajustar su reclutamiento e incluir la educación remota. No solo enfocarse en la población tradicional de 18 a 21 años, sino en la no tradicional de personas adultas que quieren regresar a los estudios”, dijo.

Carga para el sistema de salud

Puerto Rico tiene una población creciente de personas de edad avanzada, pero también muchas personas con enfermedades crónicas y una población joven con altos factores de riesgo, según Melissa Marzán, principal oficial de epidemiología del Departamento de Salud.

“Una población vieja tiene un impacto en cómo se planifican los servicios de salud. Tenemos una alta prevalencia de enfermedades crónicas como las del corazón, diabetes y asma. También factores de riesgo en la población de 18 años o menos como el cigarrillo y alcohol”, afirmó.

A este panorama hay que añadirle una fuga de profesionales de la salud que emigran a Estados Unidos, incluso luego de las emergencias como el huracán María en 2017, al disminuir las oportunidades de empleo.

“Tenemos profesionales de la salud pública que una vez se acaba la emergencia se quedan sin trabajo y se van de Puerto Rico. Lo vemos en enfermería, médicos, etc. No se deben ver como profesionales para atender una emergencia, sino como profesiones que deben ser parte del andamiaje del sistema de salud”, expresó Marzan, al añadir que también se necesita una cultura de prevención de enfermedades.

Repercusiones en la economía

Por su parte, el economista y profesor Juan Lara explicó que la situación ha llegado a los niveles actuales porque los diferentes sectores económicos no le dieron importancia a los cambios que ha estado reflejando la población de la Isla.

“No nos percatamos de que la población se estaba contrayendo, subestimaron la caída de la población en la década pasada”, opinó Lara.

Agregó que las consecuencias de los cambios en la natalidad, migración y personas de edad avanzada redundan en diferentes aspectos de la economía como la vivienda, salud, empresarismo y la fuerza trabajadora.

“Hay implicaciones en los recaudos, en el crecimiento de la economía y en el mercado del trabajo. Que haya pocos jóvenes limita el potencial de empresarismo y la capacidad de ahorro e inversión. El trabajo se está achicando y el peso debe caer en la productividad de la innovación y tecnología”, opinó el economista.

Indicó, además, que una población más pequeña también afecta otros mercados como el de la vivienda, banca, servicios de salud y servicios personales, entre otros aspectos sociales.