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  Estirando el chavito
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5 de junio de 2018

El Tiempo

En muchas ocasiones, los impulsos se deben a las emociones, y esto puede hacer que hagamos cosas sin analizar detenidamente, una de ellas es comprar.

Héctor Aponte, director de mercadeo y servicio al cliente de Lineru -plataforma de créditos en línea-, es experto en ‘neurofinanzas’, es decir, el estudio de las conductas humanas aplicadas en el intercambio de bienes. El directivo enfatiza en que “utilizar la razón al momento de comprar es fundamental para iniciar o mantener la salud financiera”.

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Por esta razón, Aponte expone ejemplos concretos en situaciones donde las emociones pueden ser las protagonistas.

“Al ser racional con el uso del dinero, una persona puede evitar situaciones en las que hace gastos que normalmente no haría, empujados por razones emocionales”, por ejemplo, cuando alguien está extremadamente feliz e invita a sus compañeros una ronda de cervezas, o cuando alguien está muy triste y decide tratar de eliminar ese sentimiento comprando algún objeto que le de felicidad en el momento, apunta el directivo.

Al ser racional con el uso del dinero, una persona puede evitar situaciones en las que hace gastos que normalmente no haría, empujados por razones emocionales

Además, menciona que, “las neurofinanzas nos permiten entender qué errores tienen un origen biológico y manejar nuestro dinero de mejor manera. Ejemplos claros de errores que cometemos de manera constante sin ‘aprender la lección’ son; comprar la lotería a pesar de que nunca ganamos, o ir al casino a apostar de forma frecuente y siempre pensar que en una ocasión posterior si tendremos la suerte de ganar”.

Pero, es posible ser consciente de esos impulsos financieros, Aponte explica que “una de las principales herramientas para darse cuenta de si uno es un comprador impulsivo, es hacer un presupuesto de gastos y llevar un registro de los mismos”. De acuerdo con el directivo, esta sencilla herramienta le va a permitir darse cuenta si hay rubros en los que se está gastando más de lo que inicialmente tenía presupuestado.

Una de las principales herramientas para darse cuenta de si uno es un comprador impulsivo, es hacer un presupuesto de gastos y llevar un registro de los mismos

De esta manera, con el manejo de presupuestos diarios, evitar salir de compras cuando se está experimentando alguna emoción fuerte, o salir acompañado cuando se va a comprar, son buenas herramientas para evitar gastos impulsivos, aconseja el ejecutivo.

Por otra parte, hacer compras compulsivas puede hacer que una persona gaste más de lo que tiene disponible, lo que lleva al endeudamiento peligroso para empezar a “cubrir esos huecos”. Aponte afirma que, en el largo plazo “esta situación puede llevar a que el nivel de endeudamiento sea excesivo y el ingreso ya ni siquiera sea suficiente para cubrir las cuotas de pago. Por esto es importante saber cuando endeudarse y hasta que monto”.

Por tanto, Aponte proporciona unos consejos enfatizados en el manejo de los impulsos a la hora de comprar:

  1. Contar hasta cinco de manera regresiva.
  2. Pensar en el objetivo de la compra.
  3. Visualizar sus extractos bancarios previos a la compra.
  4. Planificar sus gastos de manera mensual ayuda a controlar las deudas adquiridas mediante la emoción.
  5. Lograr un equilibrio entre la parte racional y emocional es fundamental, desde que no exceda la capacidad de pago, es decir el 33 por ciento de su nómina mensual.