La noticia vuelve a poner en foco el problema financiero más catastrófico, y menos discutido, que enfrenta el gobierno de Puerto Rico en los próximos meses independientemente del resultado de los comicios de noviembre.
En términos crediticios, el cambio afecta unos $2,900 millones en bonos de Retiro que están en el mercado, y se trata de una revisión de un pronóstico "estable" a uno "negativo". La clasificación sigue siendo de BBB.
La revisión responde a que "creemos que los retos fiscales y presupuestarios del gobierno, incluyendo la eliminación de activos para el 2019 que proyectó el actuario, limitarían la capacidad y voluntariedad del Gobierno para realizar a tiempo las contribuciones que se requieren para mantener un servicio a la deuda adecuado", dijo (SP) en su análisis que, en términos coloquiales, se reduce a que creen que el año que viene el gobierno no tendrá dinero para pagar los intereses sobre los bonos emitidos.
SP tampoco confía en que el gobierno tomará medidas remediativas a tiempo.
"[E]l fracaso del gobierno en adoptar medidas significativas para abordar su responsabilidad con las pensiones sin recursos de financiamiento durante el próximo año, podría resultar en una degradación del crédito de los bonos de Retiro, aún sin una correspondiente degradación del crédito del gobierno", advirtieron.
En el 2008 la ASR realizó tres emisiones de bono por $3,000 millones para hacerle frente al déficit del Sistema, sin alcanzar el éxito esperado.
De acuerdo al informe actuarial al 30 de junio del 2011, la ASR tenía una obligación de $22,539 millones. Sin embargo, solo tenía $1,724 millones en activos. Es decir por cada $1 comprometido, la ASR solo contaba con casi 7 centavos para poder pagarlo.