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  Por el libro
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21 de mayo de 2021

El Nuevo Dia

El presidente de la Asociación de Agricultores de Puerto Rico, Héctor I. Cordero Toledo, denunció hoy que los ajustes a las propuestas presupuestarias para el año 2021-2022 del Departamento de Agricultura ponen en riesgos los principales programas de ayuda a los agricultores.

A cuatro años del paso del huracán María, y en pleno proceso de levantar la agricultura puertorriqueña, los agricultores vuelven a ser golpeados, esta vez por el recorte de presupuesto. La organización presentó hoy el impacto y consecuencias por el recorte de más de 58 millones al sector agrícola.

“Según información recibida por parte de la Administración para el Desarrollo de Empresas Agropecuarias (ADEA), de un presupuesto combinado entre ingresos del fondo general e ingresos propios de la agencia por la cantidad de $120.2 millones, la Junta de Supervisión Fiscal aprobó el uso de $6.4 millones del fondo general obligando a la agencia a buscar $58 millones pues solo cuenta con $56 millones en fondos propios. Estos cambios significativos ponen en riesgo la prestación de servicios y productos para los agricultores de la isla”, explicó Cordero Toledo.

La Ley 4-2010 crea la Administración para el Desarrollo de Empresas Agrícolas (ADEA), adscrita al Departamento de Agricultura, esta agencia sirve como brazo operacional del Departamento de Agricultura pues su política pública es fomentar el fortalecimiento y apoyo al agricultor, proporcionar la estabilidad y permanencia del agricultor en sus operaciones dentro de su empresa agrícola.  

ADEA es la agencia donde el agricultor recibe el apoyo del Departamento de Agricultura, pues son los responsables de ofrecer las ayudas como Subsidio Salarial, incentivos de abono, pago del bono de navidad a empleados agrícolas.

“Este recorte de $58 millones se traduce a que todas las ayudas y programas de apoyo que los agricultores tienen derecho para el año fiscal 2021-2022 no puedan ser ofrecidos, por ejemplo el Subsidio Salarial necesita no menos de $33 millones, bonos a empleados unos $5 millones, por mencionar algunos. Por los pasados año hemos visto una continua reducción en fondos de ADEA, para el 2019 de un presupuesto de $150 millones vemos cómo en el 2021 hay una reducción de $20 millones para un total de $130 millones. Para el 2021-2022 los recursos disponibles para ADEA son de tan solo $62 millones.  Vale la pena aclarar que los ingresos propios de la agencia provienen en su mayoría de la compraventa del programa del café, por lo que ya esa partida tiene nombre y apellido”, explicó el líder de la organización.

La seguridad alimentaria cada vez se pone en riesgo en la isla cuando vemos cómo la reducción de presupuesto se enfoca en este sector, reto que se une a los antes ya expuestos como tormentas y huracanes, pandemias y terremotos.

“No obstante, deseo informar que estamos en espera de reunirnos con personal de la Junta de Supervisión Fiscal, ya que durante el día de ayer, miércoles, tuvimos la oportunidad de comunicarnos, enviarles carta y solicitar audiencia de manera directa”, aseguró Cordero.

¿Cómo afecta la reducción presupuestaria a los agricultores?

En un documento presentado por Cordero, líder del gremio que reúne a los agricultores del país, este desglosó las cuantías y los programas o servicios que se verán impactados al implementar un recorte de la magnitud del solicitado por la Junta de Supervisión Fiscal.

  • Impacto directo a los agricultores equivalente a $43 millones.
  • Impacto directo a la industria lechera, especialmente a los productores de leche, equivalentes a $12 millones que se distribuyen en los siguientes programas:
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Según denunció la Asociación de Agricultores de Puerto Rico en un comunicado de prensa la Junta de Supervisión Fiscal movió los $43 millones de una asignación del Fondo General a un gasto de la Administración para el Desarrollo de Empresas Agropecuarias (ADEA) de fondos propios que no existen, dejando el desarrollo agrícola en el limbo.

“Una cuarta parte de los fondos está dirigido a incentivar la producción de la industria lechera a nivel de finca. Esta pérdida de incentivos es equivalente a 6 centavos de ingreso al ganadero por cuartillo de leche fluida vendido, y agravará la difícil situación que ha causado el incremento de doble dígito en los costos de los insumos principales en las operaciones de ganadería tales como el alimento y los medicamentos del ganado y la mano de obra”, indicó, por su parte, Manuel E. Martínez Arbona, líder del sector de la leche en la Asociación de Agricultores.