17 de febrero de 2012
Univision
Madrid, 16 feb (EFE).- Las autoridades sanitarias españolas decidieron en 2010 interrumpir la implantación y ordenaron la retirada del mercado de unas prótesis de cadera distribuidas en España por la empresa estadounidense Johnson&Johnson.
Entre el año 2003 -cuando comenzaron a utilizarse esas prótesis- hasta 2010 -cuando se ordenó su retirada- se registraron en España tres incidencias en pacientes que sintieron molestias y dolor a causa de los implantes, según informaron a EFE fuentes del Ministerio de Sanidad, que subrayaron que ninguna de esas incidencias fue grave.
Ante las informaciones periodísticas publicadas estos últimos días en Estados Unidos sobre la venta en España de esas prótesis hasta el año 2010 a pesar de que ya habían sido rechazadas por la Agencia del Medicamento Estadounidense, el Ministerio de Sanidad español se remitió a una nota de seguridad sobre esas prótesis que se hizo pública en octubre del año 2010.
Con anterioridad -el 10 de septiembre de se año- la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ya había alertado sobre una serie de prótesis de cadera fabricadas por DePuy International Ltd. (Reino Unido) y distribuidas en España por Johnson &Johnson.
El problema que se observó en esas prótesis fue un aumento del número de aflojamientos detectados a los cinco años de la implantación y la "cesión" de restos metálicos de la aleación cromo-cobalto a los tejidos de alrededor, lo que podría causar dolor o inflamación.
Además de cesar su implantación y retirarla del mercado, la alerta de la AEMPS señaló las acciones de seguimiento que debían llevar a cabo con los pacientes, y que consistían sobre todo en controles radiológicos.
A partir de los datos obtenidos en este seguimiento, el cirujano debía analizar junto con el paciente si estaba indicada una nueva cirugía para sustituir la prótesis.
La alerta se acompañó de dos cartas de la empresa destinadas a los cirujanos, una con información destinada a los profesionales y otra con información destinada a los pacientes, y en ellas la empresa constató su intención de correr con los gastos derivados del seguimiento y tratamiento de los pacientes, incluida la cirugía de revisión.
Los centros sanitarios españoles recibieron la alerta de la AEMPS el 10 de septiembre de 2010, y unos días después, la AEMPS envió una nueva información que incluía una relación de todos los componentes recibidos, detallando el lote y el código de producto, para facilitar la localización de los mismos en las historias clínicas de los pacientes.
Según la información de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, en España se distribuyeron esas prótesis en 70 centros de todo el país. EFE