Primera Hora

Hay decenas de consejos sobre qué hacer y qué esperar al abrir un regalo no deseado, aquí te dejamos algunos.

El protocolo y las buenas maneras establecen que lo correcto es dar las gracias, pero la verdad es que es difícil sonreír con gratitud cuando el regalo que se recibe está bien lejos del agrado.

A mal tiempo buena cara es la consigna cuando una hermosa envoltura encierra una pieza de ropa que jamás usarías, un libro que no cuadra en tus intereses literarios o una figura decorativa que provoca repulsión. No importa lo que sea, da las gracias.

Hay decenas de consejos sobre qué hacer y qué esperar al abrir un regalo no deseado, aquí te  dejamos algunos.

1. Si ya sabes que recibirás un regalo debes tener claro que existe la posibilidad de no te guste. Puedes, entonces, ensayar una respuesta de cortesía que no suene falsa. Algo así como "gracias por siempre  pensar en mí" o "gracias por este detalle".

2. Si la persona que te regaló no está presente porque envió el obsequio con alguien o te llegó por correo, puedes reaccionar en privado como quieras. Pero, si te lo entrega a la mano, tienes que abrirlo.

3. Baja las expectativas del regalo. Como obsequiar no es una obligación, el gesto de recibir puede ser suficiente para dibujar una sonrisa en el rostro. En otras palabras, ¡no seas malagradecido!

4. Si luego de dar las gracias la persona te pregunta si te gustó, puedes contestar con otra sonrisa y un sí, pero no exageres con un "mucho" o "un montón" o un "me encanta". Si lo haces, te arreisgas a que te vuelva a regalar algo parecido cuando se presente la ocasión de obsequiar.

5. Agradecer el regalo no significa que de verdad tengas que usarlo (en caso de que sea ropa o un perfume) o ponerlo en la sala de la casa (en caso de que sea una figura). No es que lo vas a tirar al zafacón tan pronto la persona se vaya, pero después de um tiempo puedes descartarlo. No se ocurra regalarlo pa' alante a no ser que tengas la certeza de que el destinatario sí lo disfrutará.

6. Después de dar las gracias con una sonrisa, no dañes el momento poniendo el regalo a un lado inmediatamente. Disimula, el desprecio no se debe notar.

7. Si la persona es de extrema confianza, como tu pareja de mucho, mucho tiempo, a lo mejor no está mal decirle la verdad. Después de todo, debería conocer algo de tus gustos.