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17 de octubre de 2018

Gizmodo

El julio pasado, una adolescente en Virginia se encontraba conduciendo el Kia Soul de su madre cuando empezó a salir humo y se detuvo. Dijo que “todo el automóvil estalló en llamas” en unos cinco minutos, quemándose por completo. Cientos de otros conductores tuvieron el mismo problema, lo que llevó a un demanda colectiva que exigió a Hyundai y a Kia la retirada 2.9 millones de vehículos.

Center for Auto Safety, una organización sin ánimo de lucro, tiene la corazonada de que ese episodio de Virginia es parte de un problema mucho mayor: uno que ha afectado a cinco modelos durante varios años e involucra a Hyundai, Kia, y a la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) de los Estados Unidos.

Por eso, tras un comunicado de prensa lanzado el viernes por la mañana, el Center for Auto Safety le pidió a Hyundai y a Kia que revisase todos los modelos de Sorento, Optima, Sonata y Santa Fe desde 2011 a 2014 y todos los Kia Souls desde 2010 hasta 2015 por riesgo de incendio. Esto son casi 2.9 millones de vehículos, y ya ha habido hasta 220 quejas de incendios sin que se haya producido ninguna colisión. Esto es casi un incendio al día durante los últimos cuatro meses, y algunos se produjeron mientras el coche circulaba por la autopista.

Kia aún no ha respondido a nuestra solicitud de aclaraciones, pero un portavoz de Hyundai Motor America dijo que la base del problema ya había sido abordada y solucionada. El “único defecto que causó estos incendios sin colisión”, dijo el portavoz, es uno que Hyundai ya identificó en dos episodios anteriores: uno en 2015 cuando tuvo que retirar Sonatas de los años 2011 y 2012, y otro cuando retiró modelos de Sonatas y Santa Fe Sports de los años 2013 y 2014 por problemas similares.

Ambas retiradas fueron debidas a que los residuos de la fábrica podrían restringir el flujo de aceite a los rodamientos de las ruedas, lo que causaba altas temperaturas y que los motores se ahogasen. El portavoz dijo que la compañía “continuará trabajando estrechamente con la NHTSA en el tema”. (Si vives en los Estados Unidos, revisa periódicamente la web de la NHTSA para ver si tu coche debería ser retirado).

El portavoz de Hyundai también comentó que estas “tasas de incendios asociados sin colisión eran bajas”, y dijo esto sobre los vehículos que se vieron afectados en las retiradas de 2015 y 2017:

En algunos casos muy raros –una tasa de menos del 1 por ciento– los motores afectados se han incendiado. Un estudio exhaustivo ha confirmado que no hay más defectos en los vehículos de Hyundai que los que ya se identificaron en las retiradas de coches anteriores.

Hyundai está trabajando en colaboración con la NHTSA en la retirada de estos vehículos, que hasta la fecha tienen unas tasas de finalización del 86 y del 71 por ciento, respectivamente, en comparación con el promedio de la industria, que es de un 69 por ciento para los motores retirados. Hyundai continúa haciendo todos los esfuerzos posibles para contactar a los clientes que no han retirado aun su coche, incluso a través de correos tradicionales, emails, avisos en páginas web y notificaciones en vehículos a través del sistema telemático Blue Link de Hyundai y sus informes mensuales de estado del vehículo. [...]

Los clientes que tengan alguna pregunta sobre su vehículo Hyundai deben comunicarse con el Hyundai Customer Connect Center en el (800) 633-5151 o a través de su email consumeraffairs@hmausa.com.

En una petición realizada a la NHTSA en junio, el Center for Auto Safety dijo que al menos 120 propietarios informaron que sus coches se habían incendiado sin colisión previa y 229 reportaron “cables fundidos, humo y olor a quemado, lo que podría ser indicativo de posibles incendios en la zona del motor”. También en al menos una docena de quejas, los propietarios dijeron que tuvieron que retirar su motor para que pudiese ser reparado por un episodio parecido.

El Center for Auto Safety dijo en su comunicado que “el número y la gravedad de estas quejas... es aterrador”, y que ya “ha pasado demasiado tiempo para que Kia y Hyundai actúen” al respecto. Esto decía el propio comunicado de prensa:

Entre el 12 de junio y el 12 de octubre de 2018, recibimos 103 informes de incendios adicionales, un aumento del 85%. [...]

“Basado en los datos recopilados hasta la fecha y la incapacidad o falta de voluntad de estos fabricantes para determinar la causa de estos incendios en nombre de los cientos de clientes de Kia y Hyundai que poseen coches que se han incendiado, creemos que hace falta un retiro completo”, respondió el director ejecutivo del Center for Auto Safety, Jason Levine. [...]

“Desafortunadamente, la mayoría, si no todos, los fabricantes de automóviles fabrican ocasionalmente vehículos que se incendian, incluso aunque no hayan sufrido una colisión. “Sin embargo, el volumen de incendios que hay aquí demuestra que Hyundai y Kia se contentan con sentarse y permitir que los consumidores, y las aseguradoras, paguen el precio de unos vehículos mal diseñados, fabricados o reparados”, continuó Levine. “Ha habido casos por todo el país, incluido uno que involucra una muerte en Ohio en abril de 2017. Antes de que ocurra otra tragedia, Kia y Hyundai deben retirar estos vehículos, averiguar por qué se están incendiando y remediar la situación”.

El centro también dijo que “ambos fabricantes han hecho declaraciones inútiles” en respuesta a los incendios que se han producido hasta el momento. La NHTSA contestó: “La agencia toma en serio todos los posibles defectos de seguridad. La NHTSA está revisando el tema y tomará las medidas adecuadas.

En cuanto al incendio en Virginia, la madre de la adolescente que conducía el automóvil dijo que aún tenía que hacer frente a una gran parte de los pagos del coche, a pesar de que el automóvil había quedado ya inservible.