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9 de julio de 2018

Consumer Reports

Si dentro de unos meses piensas empezar la universidad, es posible que estés disfrutando de un descanso después del trámite de solicitud de las universidades y el estrés de decidir a cuál asistir. Felicidades. ¡Te lo mereces!

Y si eres padre de un graduado de la escuela secundaria, también debes sentirte aliviado de que el proceso de solicitud a la universidad haya quedado atrás.

Pero el hecho es que hay otro desafío que les espera a ambos: averiguar cómo pagar la universidad que han elegido.

Afortunadamente, has seleccionado una universidad que es una buena opción financiera, así como una que tiene el nivel académico y el ambiente del campus que deseabas. Pero muchos estudiantes y sus familias no comienzan a pensar seriamente en cómo pagarán la universidad hasta que aceptan la oferta de admisión de la universidad.

Eso puede ser un problema, ya que la fecha límite para pagar el semestre de otoño suele ser en agosto. “No debes esperar a recibir la factura para descubrir cómo vas a cubrirlo todo”, dice Cyndy McDonald, presidente de GuidedPath, que proporciona herramientas y servicios de consultoría a los consejeros de planificación universitaria.

Si demoras el pago porque tienes problemas con tu ayuda financiera o tienes que esforzarte para conseguir préstamos, es posible que no puedas inscribirte en las clases y podrías perder cursos importantes que se llenan rápidamente.

Incluso si solo usas ahorros e ingresos para cubrir los costos, existen formas inteligentes de aprovechar esos recursos. Hacer un plan de pago ahora también te da tiempo para tomar medidas que podrían reducir la cantidad que tienes que pagar de bolsillo para la universidad, dice McDonald.

La estrategia para pagar tu factura universitaria

Mantente al tanto de las comunicaciones. Los futuros estudiantes de primer año deben revisar continuamente el correo electrónico de su universidad, incluso después de comprometerse con una universidad y aceptar el paquete de ayuda financiera. Puedes quedar seleccionado para verificar tu información de ayuda financiera y completar trámites adicionales antes de que tu dinero de ayuda financiera se la entreguen a tu universidad.

Las universidades generalmente envían un correo electrónico sobre cuándo vence la factura con un vínculo a un portal en línea donde puedes ver el estado de cuenta y pagar en línea.

Ten en cuenta que las comunicaciones universitarias van al estudiante, no a los padres, por lo que si eres el padre que paga la factura, asegúrate de conocer la fecha límite.  También puedes hacer que tus hijos firmen una exención y te dén permiso para recibir comunicaciones por correo electrónico y ver la ayuda financiera y los estados de cuenta en línea.

Entiende lo que debes. Tu factura mostrará el costo de la matrícula, alojamiento y alimentación y las tarifas para cosas como actividades estudiantiles y restará créditos de ayuda financiera, como becas, préstamos y subvenciones. Lo que queda después de los créditos es lo que debes.

Si planeas solicitar préstamos, deberás firmar un pagaré principal en el que te comprometas a pagar el préstamo y completar el asesoramiento sobre préstamos en línea o en persona para comprender los términos y condiciones. Si no lo has hecho, es posible que los créditos del préstamo no aparezcan en la factura.

No esperes ver créditos de trabajo como estudiante [work-study] allí; eso se te pagará directamente a ti. Detecta cargos innecesarios. La factura puede incluir servicios que no necesites y que puedes cambiar o renunciar a ellos, como un plan de comidas costoso (puede haber una opción menos costosa) y un seguro de salud (permanecer en el plan de tus padres podría ser más barato que optar por el plan de seguro de la universidad).

Si pides prestado, elige préstamos federales. Los préstamos con respaldo federal incluyen protecciones para el consumidor, como planes de pago flexibles y opciones de diferimiento o condonación de préstamos si cumples con ciertas condiciones. No tienes que comenzar a pagar un préstamo federal sino hasta 6 meses después de que terminas la universidad de tiempo completo y, de acuerdo con tu situación financiera, el gobierno puede pagar el interés de tu préstamo mientras estás en la universidad.

Desafortunadamente, las tasas de los préstamos federales están aumentando. Aunque el Departamento de Educación no ha anunciado formalmente las nuevas tarifas, que se fijan el 1º de julio, se basan en los resultados de los bonos del Tesoro a 10 años subastados este mes.

De acuerdo con Credible.com, las tasas de nuevos préstamos para universitarios en la universidad para el año académico 2018-2019 serán del 5.04% a tasa fija, en comparación con el 4.45% del año anterior. Los préstamos Parent PLUS, que también cuentan con respaldo federal, se fijarán en un 7.59%, una subida del 7% anterior.

Los préstamos privados a menudo tratan de atraer a los prestatarios con tasas de interés más bajas, pero esas tasas son variables en lugar de fijas como con los préstamos federales, por lo que podrían aumentar. Además, los préstamos privados vienen con términos más estrictos y menos opciones de alivio de deuda, si corresponde, si no puedes cubrir tus pagos. La mayoría de los préstamos privados también requieren un cosignatario.

Solo pide prestado lo que necesitas. El dinero del préstamo federal se paga directamente a la universidad para cubrir tus gastos de matrícula, alojamiento, comida y cargos. Lo que sobra te será enviado. Es tentador usar ese dinero para otros gastos; porque no es necesario que el dinero se gaste en la universidad.

Haz un presupuesto basado en los gastos proyectados y solo solicita lo que necesitas para cubrir los costos, no la cantidad total para la que eres elegible, dice Jodi Okun, presidente de College Financial Aid Advisors, que ayuda a las familias a explorar el proceso de la ayuda financiera.

Si terminas con dinero restante al final del semestre, no hay sanciones para el reembolso anticipado, dice Okun. Si puedes utilizarlo, considera pagar cualquier préstamo que tomes mientras estás en la universidad.

Sé inteligente al recurrir a un plan de ahorro 529. Solo utiliza este dinero para gastos calificados, como matrícula, tarifas, libros, suministros y computadoras. El dinero de un plan de ahorro 529 también se puede usar para pagar los costos de alojamiento y comida, incluidas la vivienda fuera del campus, para los estudiantes que están matriculados, al menos, medio tiempo en la universidad.

Otros gastos, como el transporte y el seguro, por ejemplo, generalmente no están cubiertos. Si no estás seguro de si un gasto califica, consulta a tu proveedor del plan de ahorro 529.

Regístrate para un plan de pago en cuotas. En lugar de pagarle a la universidad una suma total, los pagos pueden ser más gestionables si los distribuyes. La mayoría de las universidades ofrecen planes de pago sin intereses, aunque puede haber un pequeño costo para establecer o financiar los cargos si te atrasas.

El programa más común distribuye los pagos en cuotas mensuales. Otras universidades tienen planes de pago diferido en los que realizas 3 o 4 pagos iguales durante el semestre.

Si tu universidad no ofrece un plan de pago directamente, puedes conseguir uno a través de un tercero, como Higher One o Tuition Management Systems.