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  Por el libro
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22 de octubre de 2008

Por: Procurador General de Texas

El Procurador General de Texas Greg Abbott hoy acusó a varias empresas de Texas y una empresa de alquiler con sede en Michigan de llevar a cabo una estafa ilegal que se enfocaba en personas que esperaban convertirse en empresarios cibernéticos que trabajan desde su casa. Según la acción legal del estado, los demandados cobraron miles de dólares por computadoras portátiles básicas y no proporcionaron los servicios profesionales que prometieron a sus clientes.


La acción legal del estado nombra a las empresas con sede en Texas James One GP, L.L.C., Startup Essentials, L.L.C. y USA Merchant Systems Inc., las cuales juntas operaban generalmente bajo el nombre de Startup Essentials. Otros demandados incluyen a Robert A. Harris, el fundador y director ejecutivo de las tres empresas de Texas, y a una empresa separada, A-1 Leasing, L.L.C. de Michigan. La Procuraduría General recibió más de 300 quejas de consumidores que pagaron hasta 7,000 dólares para inscribirse pero no recibieron ni la capacitación ni la ayuda que se les prometió.

Startup Essentials se hacía publicidad como una reconocida empresa líder en la industria de las empresas emergentes y decía tener experiencia ayudando a los empresarios a iniciar un negocio en la Internet y hacerlo crecer. Según la acción tomada por el estado, los demandados dependían de llamadas de telemercadeo engañosas y de alta presión a personas que querían ser empresarios y habían indicado anteriormente que querían empezar un negocio en la Internet. Los demandados típicamente sugerían que podían “invertir” en el negocio del posible cliente. La información obtenida por el estado muestra que los demandados ofrecían poner a disponibilidad del consumidor un gran número de recursos empresariales, incluyendo expertos con la capacidad de ayudar en el establecimiento de metas, capacitación para los negocios y desarrollo personal.


Los representantes de ventas de los demandados, a quienes se les conocía como “analistas empresariales principales”, enfatizaban que la empresa guiaría a los empresarios durante el proceso de iniciar el negocio y les proporcionaría asesoría legal individual. Startup Essentials también dijo a los clientes que recibirían los recursos necesarios para empezar un negocio, incluyendo una computadora portátil. A los consumidores que indicaron que ya tenían una computadora se les dijo que la computadora portátil del demandado venía con software especializado que le permitía al usuario acceso a una terminal virtual que necesitaban para realizar negocios en la Internet. En realidad, las computadoras portátiles que proporcionó Startup Essentials eran modelos baratos y básicos que no contenían ningúna programación especializada.


Una vez que Startup Essentials convencía a un consumidor de que se inscribiera en el programa, el demandado trabajaba para convencerlo de que firmara un acuerdo mercantil y un supuesto “alquiler” con A-1 Leasing, una empresa que en la mayoría de los casos nunca se mencionaba al consumidor. En muchos casos, los consumidores no recibieron una copia del acuerdo mercantil o del alquiler antes de que se les pidiera que “firmaran” electrónicamente los documentos. Aunque el demandado afirmaba que tenía el “respaldo” de un banco nacional importante, el estado afirma que dicho respaldo no existe.


Según los investigadores del estado, A-1 Leasing sabía que Startup Essentials inducía engañosamente a los clientes a que firmaran acuerdos de ayuda para iniciar una empresa. La acción legal del estado indica que a pesar de saberlo A-1 siguió financiando los alquileres obtenidos fraudulentamente.


La Procuraduría General desea obtener una orden judicial para ponerle un alto a estas prácticas empresariales y reembolsos para los consumidores que sufrieron daños económicos. La Procuraduría General también busca sanciones civiles de hasta 20,000 dólares por violación de la Ley de Texas Contra Prácticas Empresariales Engañosas (Texas Deceptive Trade Practices Act).