15 de julio de 2011
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Cuando en una sartén u olla se pega la comida, se debe a una mala limpieza de las mismas. Las mujeres nos atormentamos a la hora de usar una olla que hace tiempo no sacábamos y la encontrramos con manchas de óxido. Las sartenes, paelleras y ollas, que son de hierro tienden a formar un ligera capa de óxido, sobre todo cuando no se utilizan con cierta frecuencia. Hay productos que protegen del óxido, pero solo suelen ser válidos para objetos que no se utilizan para comer o en el uso culinario. Yo vi siempre hacer esto a mi abuela el truco de ella es muy sencillo, y se puede hacer con un producto que cualquier persona tiene en su casa, aceite de oliva. Moja un trapo con un poco de aceite de oliva y frota tu sartén o cacharro de cocina. Cubre bien toda la superficie. Lo que hace el aceite es proteger del proceso de oxidación al no dejar que la superficie del objeto entre en contacto con el aire. Si pasa mucho tiempo sin utilizar ese objeto, puedes aplicar una nueva capa de aceite pasadas unas semanas. La limpieza de las sartenes es algo particular, y por cierto femenino, porque a los hombres les suele gustar cocinar pero no fregar. Algunas de nosotras nos hemos aferrado a la forma tradicional, fregando con una esponja suave que no raye con un poco de lavavajillas y agua, sin embargo, las sartenes de aluminio, por ejemplo, quedan estupendas frotándolas con alcohol de quemar y luego untándolas con aceite. Si se ponen oscuras, no te asustes, hierve agua con cáscara de papas y luego pon a hervir agua limpia para que quede perfecta. Por su parte, las sartenes de hierro si se ponen oscuras o se han quemado bastará con dejarlas en remojo con agua caliente y unas gotas de lejía. Para que no se oxiden hay que secarlas inmediatamente después de lavarlas. Cuando ha aparecido oxido, y no la quieres tirar a la basura porque le has cogido cariño, como suele pasarnos a menudo, puedes frotar con algún limpiador en crema hasta que el oxido desaparezca y luego, otra vez el mismo consejo, untar con aceite. Pero hay cocinas que aun conservan alguna pieza de hierro fundido, cosa que era natrural antes que existieran los utensilios antiadherentes, limpiar estas piezas lleva su arte. Se recomienda calentar el horno, untar lla pieza de tocino o grasa, no queda igual si usa aceite, ponerlo por 15 minutos, sacarlo, retirarle toda la mugre y volverla a meter al horno por dos horas. Si es necesario repetir esta incómoda operación. Los cubiertos de acero inoxidable, que son los más habituales de encontrar por su noble material, debes lavarlos con agua y jabón, y secar para que no pierdan su brillo. Las marcas de oxido, en estos utensilios, las vi quitarse frotando un trozo de corcho sobre la zona afectada. También vi quitar el óxido de algún cuchillo o utensilio de cocina, frotando un trozo de cebolla untado en sal.
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