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  Por el libro
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8 de julio de 2011

El Nuevo Dia

Aunque la Tarjeta de la Familia es una ayuda destinada a las familias desventajadas económicamente, un 6% de los puertorriqueños de la clase alta hacen la compra familiar con ella.

Así se desprende del más reciente estudio de Radiografía del Consumidor 2011, que se dio a conocer ayer durante la convención anual de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA).

El hallazgo sorprendió a los miembros del comité de Radiografía del Consumidor, quienes confesaron que no entienden el por qué de ese fenómeno.

Richard Valdés, presidente de dicho comité, se aventuró a ofrecer su opinión, aunque aclaró que es pura suposición. Según él, es probable que una persona de ese núcleo familiar pudiente tenga la tarjeta porque haya perdido su empleo.

Otras explicaciones podrían ser que la persona haya regresado al hogar de sus padres y traía ya la tarjeta, y ahora la usa la familia para comprar; o algún padre o madre que se mudó con su hijo que está bien acomodado económicamente.

De otro lado, el estudio reflejó que los clubes de descuento, como Sam’s Club y Costco son visitados por personas de un nivel económico más alto que los que van a los supermercados. Costco resultó ser la que más atrae a los consumidores de clases altas.