9 de junio de 2011
El Nuevo Herald
SAN JOSE -- Una subsidiaria del grupo mexicano Gruma se negó el miércoles a acatar una orden del ministerio costarricense de Salud de retirar un producto que como parte de una promoción regala un juguete que ha enviado al menos a 13 niños al hospital. La ministra de Salud, María Luisa Avila, confirmó a la prensa y en su página en la red social Facebook la información. "Sentido común (es) el menos común de los sentidos", comentó Avila al referirse al rechazo de la empresa Demasa a cumplir el pedido de retirar de los productos Tosty una promoción llamada "power beans", algo similar a una cápsula sellada de unos tres centímetros que contiene en su interior un balín metálico. "Si un niño muere, sí se rasgarían las vestiduras", agregó la funcionaria. El ministerio de Salud emitió el martes una orden sanitaria para que la compañía eliminara de las tiendas el producto, pero el miércoles la firma alegó en un comunicado que los juguetes "cumplen con toda la normativa vigente para su uso en niños mayores de cinco años". Demasa añadió que presentarán a las autoridades todos los documentos que respaldan su posición y representantes de la firma acudirán el jueves a una cita en el departamento jurídico del ministerio para presentar sus argumentos. La ministra dijo que depende de los resultados de la reunión si presentan una denuncia contra la firma ante la Fiscalía. Las autoridades además podrían decomisar el producto y hasta cerrar la empresa. "Esperamos no llegar a nada de eso, y que mañana (jueves), siguiendo el debido proceso, entren en razón y saquen el producto del mercado", acotó Avila en su Facebook, medio al que recurre usualmente la jerarca para dar informes de temas de interés público. Detalló que 13 niños han sido atendidos en centros médicos por tragarse el balín, aunque solo uno de ellos, de cinco años de edad, permanece hospitalizado. Los niños accedieron al balín quebrando la cápsula y lo ingirieron. La AP intentó localizar a Avila pero se encontraba en una reunión. En DEMASA tampoco fue posible ubicar a su vocero, Dionisio Segura, de quien se dijo también se encontraba en una junta.
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