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  Por el libro
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9 de junio de 2011

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El invento que revolucionó la forma de trabajar de millones de personas está a punto de desaparecer. La mejor amiga de los administrativos y burócratas, la máquina de escribir, está en vías de extinción.

Esta noticia puede sonar a broma, ya que en Occidente llevamos varias décadas acostumbrados a que las computadoras reinen en las oficinas, y que las máquinas de escribir solo pueblen trasteros y vertederos. Pero en la India, y hasta hace poco, todavía existía un mercado bastante digno para estas ruidosas máquinas.

Escasas ventas

En ese país, Godrej & Boyce era la última compañía en el mundo que fabricaba máquinas de escribir en serie. Y decimos "era" porque cerró su fábrica de Mumbai el pasado mes de abril. Según declaró el gerente de la compañía, Milind Dukle, al periódico Business Standard, la decisión de cerrar se debe al bajón en la demanda de este producto.

En el último año, solo se produjeron 12,000 unidades en la fábrica que acaba de cerrar, frente a las 50,000 unidades anuales que promediaban desde 1990. Según Dukle "desde el año 2000, los ordenadores dominan el mundo. Todas las fábricas de máquinas de escribir dejaron de producir, excepto nosotros." Las 200 últimas unidades fabricadas por esta empresa fueron destinadas al mercado árabe. Hasta este año, su negocio se mantenía gracias al gobierno indio, que todavía utilizaba estos aparatos para facilitar el trabajo a sus funcionarios.

Pero como pasaba con la aldea de Asterix, todavía quedan algunas fábricas de estos cacharros que resisten el acoso del imperio informático. Estas factorías se encuentran en Japón, Indonesia y China, pero su producción es irregular, casi anecdótica y no tienen el respaldo de una gran marca (se fabrican solo para terceros) por lo que el cierre de Godrej & Boyce parece un golpe definitivo.

Un poco de historia

A pesar de que la primera patente de una máquina de escribir data de 1714, la primera en ponerse a la venta fue la producida por Rasmus Malling-Hansen, un inventor danés, en 1868. El primer escritor que redactó un libro con este artilugio fue Mark Twain.

La época en la que más máquinas de escribir se vendieron fue en la década de los años 50. En concreto, durante el último tercio del año 1950 se vendieron en todo el mundo 12 millones de unidades. Su declive comenzó a ser imparable durante la década de los años 80, en la que las computadoras personales irrumpieron con fuerza en las oficinas y en los hogares de todo el planeta.