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  Por el libro
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1 de junio de 2011

El Nuevo Dia

La Comisión Federal de Competencia de México, el órgano del gobierno mexicano encargado de prevenir monopolios, impuso este miércoles una multa de $7.8 millones a la empresa Teléfonos de México (Telmex) por incurrir en "prácticas monopólicas".

Según la CFC, la compañía del magnate Carlos Slim se negó a ofrecer un servicio de interconexión a la competidora GTM, filial de Telefónica.

Sin embargo, el de hoy no es el único golpe reciente a ésta y otras compañías de Slim, considerado el hombre más rico del mundo por la revista Forbes, con una fortuna de $74,000 millones.

A finales de abril, la CFC ya anunció una multa récord de $1,016 millones a América Móvil, compañía de telefonía dueña de Telcel, la mayor operadora de México, y también propiedad de Slim.

La compañía batalla ahora para anular la sanción, que equivale al 10% de los activos de la empresa y es la máxima pena prevista en la legislación mexicana de competencia para casos de reincidencia en prácticas monopólicas.

"La multa a Telcel y la última a Telmex suponen más golpes mediáticos y mensajes a la opinión pública que afectaciones reales a las operaciones de las compañías"

Ramiro Tovar, experto en telecomunicaciones

Según Telcel, este multimillonario castigo "carece de fondo y fundamento". ¿Pero representa alguna amenza real a la hegemonía de Slim en el mercado de telecomunicaciones mexicano?

"La multa a Telcel y la última a Telmex suponen más golpes mediáticos y mensajes a la opinión pública que afectaciones reales a las operaciones de las compañías", asegura Ramiro Tovar, especialista en telecomunicaciones del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM, con sede en Ciudad de México).

De acuerdo a este investigador, "se refieren a denuncias antiguas que otras operadoras llevan haciendo desde hace años", le dice a BBC Mundo.

"Además existen numerosas instancias de defensa" que permitirían a las compañías recurrir las decisiones de estos organismos, añade.

Las empresas de Slim mantienen un álgido intercambio de comunicados y acusaciones con Televisa y TV Azteca desde hace meses. Las dos partes quieren su parte en los servicios de televisión, internet y telefonía celular, un mercado valorado en unos $22,000 millones.

Esto, sin embargo, no quiere decir que Slim no tenga nada que perder.

La verdadera batalla se librará en el campo de la televisión, señalan los expertos.

Uno de los mayores reveses al emporio de Slim fue la negativa del gobierno mexicano a permitir la entrada de Telmex (antigua empresa pública de telefonía fija) en el mercado de la televisión de paga, uno de los viejos anhelos de la compañía.

El pasado viernes, la Secretaría de Telecomunicaciones y Transportes (STC) negó que Telmex pudiera sumarse al negocio del llamado "triple play" (servicio de teléfono, internet y televisión a través del mismo cableado), una decisión que la empresa recurrirá.

Tras conocerse la decisión de la STC, el valor de la empresa en la Bolsa Mexicana cayó hasta un 6,44%, alcanzando su nivel más bajo en 4 meses.

Mientras las dos principales televisoras del país, Televisa y TV Azteca, ya participan en el sector de la telefonía móvil, Slim aún no podrá ofrecer su propio servicio de televisión.

El millón de líneas telefónicas "triple play" en las áreas urbanas de México (según cifras del Centro mexicano de Investigación e Innovación en Telecomunicaciones) y sus potenciales suscriptores son la torta que todas las operadoras quieren catar cuanto antes en México.

El gobierno mexicano sostiene que no permitirá "favoritismos" a la hora de acceder a nuevos mercados, y argumenta que Telmex no cumplió con los requisitos para ofrecer TV de pago.

En la práctica, "hasta que Telmex no logre satisfacer los requerimientos de la STC, estará perdiendo un tiempo que no podrá recuperar en términos de mercado, ingreso o inversión", explica Tovar.

"A diferencia de las multas, esto sí estará dañando el valor de la empresa y la dejará rezagada frente a sus competidores. Ahí sí hay un riesgo real" para las empresas de Slim, dice el investigador del ITAM.

Por otro lado, mientras en su mercado interno las empresas de Carlos Slim podrían resentirse ante el nuevo panorama de telecomunicaciones, en el exterior no cesan de crecer.

América Móvil es la compañía mexicana con más inversiones y empleos en América Latina.

Sus ventas alcanzaron en 2010 casi los $50,000 millones, superadas solo por grandes petroleras como la brasileña Petrobras o la venezolana PDVSA, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

"Regulatoriamente, en otros países hay mucha más apertura y competencia que en México", le dice a BBC Mundo Arturo Elías Ayub, director de Alianzas Estratégicas de Telmex.

"Eso no quiere decir que vayamos a parar inversiones en México, pero sin duda vamos a continuar el crecimiento en 18 países de América Latina", explica.

De hecho, el grupo de Carlos Slim podría aprovechar la experiencia de años de competencia en la región con su rival Telefónica para enfrentarse a un mercado local donde, al menos en servicios combinados de internet, telefonía móvil y televisión, ya no es el líder.

"Es cierto que ha habido reveses, pero los resultados de la empresa ya son buenos sin televisión", dice el vocero de Slim. "Cuando la tengamos serán mejores".