1 de junio de 2011
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NUEVA YORK (Reuters) - Sprint Nextel solicitó formalmente a los reguladores de Estados Unidos bloquear la compra de T-Mobile USA por parte de AT&T Inc en 39.000 millones de dólares, aduciendo que el acuerdo "no posee ningún beneficio de interés público" y dañará la competencia. Sprint Nextel -quien más acérrimamente se opone a la operación que crearía un nuevo líder del mercado de telefonía celular de Estados Unidos- dijo que aún si la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) obligase a AT&T a deshacerse de activos, no sería suficiente. "La adquisición propuesta no produciría ningún beneficio tangible de interés publico e impondría serios daños anti competitivos que no podrán ser remediados mediante desinversión o condiciones", dijo Sprint el martes, cuando venció el plazo para la respuesta inicial a la solicitud de AT&T ante la FCC. Sprint se quejó en su presentación de que la compra creará en los hechos un duopolio en el mercado de telefonía celular de Estados Unidos, pues la participación de mercado de AT&T trepará al 44 por ciento desde el actual 32 por ciento. Verizon Wireless quedaría segundo, con el 35 por ciento, seguido por Sprint con una participación estimada en 15 por ciento. Esto llevó a Sprint a argumentar que las compañías más pequeñas tendrían menor poder para moderar el precio del servicio tras el acuerdo dado que los dos principales operadores controlarían alrededor de un 80 por ciento del mercado. Sprint, el tercer operador de telefonía móvil de Estados Unidos, argumentó que el acuerdo aumentaría los precios para los consumidores y objetó los argumentos de AT&T acerca de que necesita el espectro de T-Movile USA, actualmente una unidad de Deutsche Telekom. Más que necesitar mas espectro, Sprint dijo que AT&T "simplemente no actualizó o no invirtió suficientemente en su red", y argumentó que AT&T ya posee suficiente espectro para cubrir el 97 por ciento de los servicios inalámbricos de alta velocidad para los estadounidenses. AT&T respondió en un comunicado el martes que tiene el apoyo de numerosos grupos que incluyen "organizaciones comunitarias, cívicas y de minorías", así de como de 13 gobernadores. La operación requiere de las aprobaciones de la FCC y del Departamento de Justicia. Sprint, que había intentado quedarse con T-Mobile USA, es vista como el operador estadounidense que más tiene por perder con la compra de AT&T, ya que quedaría en un distante tercer lugar en el mercado.
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