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Por el libro |
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24 de mayo de 2011
Minority Health
Miércoles, 18 de mayo (HealthDay News/HolaDoctor) -- Un ignífugo prohibido hace años en muchas partes del mundo parece ser que todavía está en uso y se encuentra dentro de una serie de retardantes de llama potencialmente tóxicos que se han hallado en productos para bebés como almohadas, colchones de cuna, cochecitos y sillas de bebé, según informa un nuevo estudio. Los retardantes de llama se utilizan para reducir el riesgo de espuma de poliuretano - utilizada en un gran número de productos - para la captura de fuego y para disminuir la velocidad de combustión al capturar el fuego. El penta éter de difenilo (pentaBDE) fue el retardante de llama más popular antes de 2004, pero fue prohibido en 172 países y 12 estados de EE.UU. debido a preocupaciones de salud. Con el fin de cumplir con las normas nuevas de inflamabilidad, los fabricantes comenzaron a utilizar otros retardantes de llama que, en muchos casos, carecen de datos completos de salud, explicaron los autores del estudio en un comunicado de prensa de la American Chemical Society. La situación ha conducido a una falta de conocimiento acerca de exactamente qué productos ignífugos se utilizan y en qué concentraciones, explicó Heather M. Stapleton, una profesora asistente de química ambiental en la Escuela Nicholas de Medio Ambiente, en la Universidad de Duke, y sus colegas. Stapleton realizó este estudio con el fin de llenar estos vacíos de conocimiento. Los investigadores encontraron retardantes de llama potencialmente tóxicos en el 80 por ciento de las muestras tomadas de espuma de poliuretano de 101 productos comunes para bebés. Entre los retardantes de llama, se hallaron compuestos asociados con pentaBDE, lo cual sugiere que esta sustancia permanece en uso. Dos retardantes de llama que son potenciales causantes de - TCEP y TDCPP - también se encontraron en algunas de las muestras de espuma de poliuretano tomadas de los productos de bebé. Los hallazgos conducen a futuros estudios "para medir específicamente la exposición de los bebés con estos retardantes de llama al estar en contacto con estos productos, y determinar si hay algún problema de salud asociado", concluyeron Stapleton y sus colegas. El estudio está publicado en el número actual de la revista Environmental Science & Technology. En respuesta al nuevo informe, la Asociación de Fabricantes de Productos Juveniles (Juvenile Products Manufacturers Association) emitió un comunicado subrayando que "todos los productos de bebés que se venden en los Estados Unidos deben cumplir con estrictas normas de seguridad federales, tales como la Consumer Product Safety Act, la Ley Federal de Sustancias Peligrosas y la Consumer Product Safety Improvement Act". La declaración de este grupo de la industria también señaló que "Estas normas no sólo contienen requisitos de inflamabilidad, sino que también restringen el uso de sustancias nocivas o tóxicas a las que los niños pueden estar expuestos".
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