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  Por el libro
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12 de mayo de 2011

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Bruselas, 12 may (EFE).- Alemania fue el país de la Unión Europea (UE) que más productos de consumo peligrosos detectó en 2010, dentro del sistema comunitario de alerta rápida (RAPEX) para este tipo de bienes, según un informe divulgado hoy por la Comisión Europea (CE).

Los países que comunicaron más alertas fueron Alemania (204), Bulgaria (192), Hungría (191), Chipre (178) y Grecia (159), que, sumados, supusieron el 47 % de las notificaciones de la UE.

De los 2.244 productos no alimentarios que representaban algún riesgo para el consumidor detectados en la Unión el año pasado 146 se localizaron en España, según los datos presentados hoy en rueda de prensa por el comisario europeo de Sanidad y Consumo, John Dalli.

El año anterior, en la UE se detectaron 1.963 productos peligrosos, 220 de ellos en España.

La cifra de alertas mantiene una línea creciente desde que se puso en marcha el sistema RAPEX en 2004 y, según Dalli, demuestra el mayor control que aplican las autoridades de los estados miembros y la mejor cooperación de la UE con los principales países de origen de los productos peligrosos, liderados por China.

Los acuerdos de colaboración con los principales exportadores de la UE, como el pactado con el gigante asiático, "comienzan a dar sus frutos", afirmó Dalli, quien estuvo acompañado en la presentación por el ministro chino del ramo, Zhi Shuping.

"La buena noticia es que el número de productos peligrosos que llegan al mercado europeo está en disminución", ya que los detectados son "rápidamente retirados de la circulación", destacó el comisario.

Shuping afirmó que para el Gobierno chino la seguridad de los productos es "fundamental", y señaló que en los últimos años "se ha intensificado el trabajo con las empresas exportadoras" con objeto de garantizar el cumplimiento de las normativas de seguridad.

En particular, Pekín ha reforzado el control de las empresas chinas que fabrican productos falsificados y de mala calidad, según dijo el responsable del organismo nacional de supervisión de la calidad y la seguridad de los productos.

Esto se refleja en el ligero descenso en el porcentaje de productos procedentes de China dentro del total de bienes peligrosos detectados en la UE, subrayó Shuping.

Los productos chinos supusieron el 58 % de las alertas en 2010, lo que supone dos puntos menos que en 2009, aunque este país es con diferencia el principal origen de productos peligrosos.

Los productos provenientes de Europa representaron el 17 % (sólo de España, el 2 %); los del resto del mundo significaron el 15 %, mientras el 10 % restante era de origen desconocido.

Por tipos de productos, los más retirados del mercado fueron las prendas de vestir y otros textiles (625 casos), los juguetes (488), los vehículos de motor (175) y los aparatos eléctricos (158).

Este grupo de productos representaron el 66 % de las notificaciones recibidas por RAPEX en 2010, según el informe de la CE.

Las cinco categorías de riesgo para el consumidor que más retiradas del mercado provocaron fueron las heridas (24 %), el peligro químico (18 %), el estrangulamiento (16 %), la asfixia (14 %) y la descarga eléctrica (9 %).

En el sistema de detección y alerta rápida de productos peligrosos (RAPEX) participan los 27 países de la UE más Islandia, Liechtenstein y Noruega. EFE