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  Por el libro
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2 de mayo de 2011

El Nuevo Herald

Carlos Eduardo de León, mecánico en Montevideo, juntó sus ahorros para traer a su esposa a Miami y pasearse en un crucero del 11 al 15 de abril.

"Para uno, venir a Miami es lo máximo", dijo su esposa, Gladys Isabel Xifre. "Es el sueño de todos viajar en un crucero".

Pero el sueño en el crucero Majesty of the Seas, de Royal Caribbean, se convirtió en una pesadilla.

"Amanecimos con una picazón desesperante", dijo De León, quien descubrió decenas de ronchas en su cuerpo.

Hasta ese momento, no tenían conocimiento de las chinches, un insecto que chupa la sangre de los seres humanos mientras duermen.

Inmediatamente, acudieron a la clínica de a bordo, pensando que su seguro médico de viaje cubriría la consulta. Dicen que la doctora no les aceptó el seguro, y que les quería cobrar $140 a cada uno para hacerles una revisión.

Cuando insistieron, la médica les sugirió que fueran a una farmacia en Key West, donde el crucero haría una parada al día siguiente.

Disgustados, volvieron a su habitación. La mañana del 13 de abril la picazón había empeorado. Las ronchas del día anterior se habían convertido en ampollas y ambos tenían más ronchas. En el colchón de la cama, encontraron unos 10 pequeños insectos que, al apretarlos, expelían sangre. No sabían de qué se trataba.

De León dijo que se quejaron a la administración del crucero. De ahí los refirieron a las oficinas principales en Miami. Otro administrador les dijo que les daría una solución, dijo De León.

Todavía la están esperando.

Representantes de Royal Caribbean no respondieron a las preguntas de El Nuevo Herald sobre estas quejas.

Durante los próximos días, más de 100 ronchas aparecieron en el cuerpo de De León, el peor afectado.

"Yo no fui a la pileta [piscina]. Pensé que iba a contagiar a la demás gente y me daba vergüenza", dijo De León. "Yo me pasé el viaje acá preso".

No fue hasta después que el matrimonio volvió a Miami que se enteraron de que la causa de su tormento eran las chinches que habían encontrado en el colchón. Finalmente, un médico les recetó remedios para la picazón.

Dos semanas después del episodio, De León y Xifre dicen que se sienten mejor. La picazón ha desaparecido. Sin embargo, las ronchas se han convertido en marcas rojas similares a las que deja la varicela.

El miércoles de esta semana, la pareja intentó hacer una denuncia en las oficinas de Royal Caribbean en Miami. Se quejaban de la negación de tratamiento médico más que de los chinches en la cama. Sin embargo, fueron referidos a una línea telefónica para servicios al consumidor.

Finalmente, hicieron una denuncia en el Consulado de Uruguay "porque no conocemos este país, el idioma, y no sabíamos a donde más ir", dijo De León.

Olga Connor, vocera del Departamento de Salud de Miami-Dade, dijo que ellos no le dan seguimiento a informes de ataques de chinches en los cruceros. Esa función corresponde, explicó, al Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Durante la más reciente inspección, el crucero marcó 97 de 100 puntos.

La pareja vuelve a Uruguay hoy sábado. Están contentos de poder regresar a su hogar.

"En mi país no tenemos esta peste", dijo De León.