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  Por el libro
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30 de marzo de 2011

El Universal

La fusión de T-Mobile con AT&T Mobility en Estados Unidos afectará los costos e ingresos de los operadores mexicanos de telefonía móvil, como Telefónica y Telcel, pérdidas que podrían cuantificarse en miles de millones de pesos.

De acuerdo con José Otero, presidente de Signals Telecom Consulting, esta concentración implica la creación de un gran operador que controlará la gran mayoría del tráfico de roaming GSM entrante a EU, por lo que en muchos mercados operarían como un monopolio.

Esta posición le permitirá imponer mayores tarifas a las telefónicas móviles que deseen ofrecer roaming a sus usuarios que viajen a EU, advirtió.

Pero no sólo eso, sino que este operador tendrá mayor influencia y poder de negociación al momento de exigir una reducción en tarifas de roaming a los operadores de la región latinoamericana, dijo.

"En otras palabras los operadores GSM de México podrían enfrentar costos mayores para poder ofrecer a sus clientes servicios de roaming cuando viajen a Estados Unidos y recibir menos ingresos por permitir el uso de su red a clientes de AT&T T-Mobile que viajen a México y deseen usar servicios de roaming", sostuvo el experto.

El 20 de marzo de este año, AT&T y Deutsche Telekom anunciaron que llegaron a un "acuerdo definitivo" por el cual la primera comprará T-Mobile USA, operación con un valor de 39 mil millones de dólares.

Esta transacción está sujeta a la aprobación de las autoridades regulatorias del vecino país e implica una concentración que llevará a AT&T a posicionarse como la empresa más grande del mercado estadounidense.

Al fusionarse AT&T y T-Mobile, el mercado móvil de aquella nación tendrá tres operadores, con Verizon y Sprint Nextel, haciéndole competencia.

El tamaño de la operación, que representa tener más de 40% de los usuarios móviles, ha generado un debate sobre si las autoridades deben aprobarla en términos de las leyes antimonopolios y de la competencia.

Sprint Nextel manifestó su desacuerdo, bajo el argumento de que esta fusión afectaría la competencia en el mercado móvil por el poder que obtendría.

Otero dijo que este monopolio continuará por lo menos 4 o 5 años hasta que haya redes LTE desplegadas en México.