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  Por el libro
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17 de febrero de 2011

BBC

Bernard Maddof decidió apuntar un dedo acusador desde una cárcel en la que está condenado a 150 años. En sus primeras declaraciones públicas desde su arresto en 2008, el financista Bernard Madoff le dijo al diario estadounidense The New York Times que los bancos y fondos especulativos eran en cierta manera cómplices de su gigantesco fraude.

Durante muchos años, Bernard Madoff fue un Midas moderno.

Hoy, está condenado a 150 años de prisión por un fraude simple y gigantesco: pagar como ganancias a sus clientes con el dinero que le llegaba de nuevas inversiones gracias a su reputación de mago de las finanzas; todo para perpetuar un fondo que disimulaba sus agujeros detrás de una fachada de fabulosa rentabilidad.

¿Cómo financistas de bancos y fondos de alta especulación, en teoría la crema del mundo económico, no vieron este fraude elemental? En sus declaraciones a The New York Times, Madoff dice que tenían que saber, pero que su actitud era "si estás haciendo algo ilegal, preferimos no saberlo".

En definitiva, mientras la rentabilidad fuera excelente - y Maddof ofrecía los mejores márgenes de rentabilidad en el mercado - no se hacían muchas preguntas.

Falta de crédito

Madoff no apunta a ningún banco o fondo en particular en relación a sus operaciones que, en un período de 16 años, generaron pérdidas finales de 20 mil millones de dólares en efectivo y unos 65 mil millones en títulos, pero sí señala que ha hecho todo lo posible para colaborar en la recuperación de parte de los fondos.

El artículo reconoce que las aseveraciones de Madoff deben cotejarse con la escasa credibilidad de un personaje que engañó sistemáticamente a mucha gente durante mucho tiempo.

¿Cómo financistas de bancos y fondos de alta especulación, en teoría la crema del mundo ecoonómico, no vieron este fraude elemental? En sus declaraciones al New York Times, Madoff dice que tenían que saber, pero que su actitud era "si estás haciendo algo ilegal, preferimos no saberlo".

Estas declaraciones, sin embargo, pueden tener un impacto directo en una demanda, en Estados Unidos, US$90.000 millones de dólares.

La investigación en curso ha recobrado unos 10 mil millones de dólares, pero hay una miríada de casos, en diversos países del planeta, de firmas que invirtieron fondos individuales con Madoff, algo que ha puesto sobre el tapete la responsabilidad penal de estas firmas intermediarias.

El asunto de la complicidad es esencial, ya que podría ayudar a recuperar más fondos y provocaría la caída en picada de algunos grandes nombres.

Recuperación del dinero

Por el momento, los únicos que han sido acusados de complicidad son su contador, su lugarteniente y algunos de sus empleados.

La gran pregunta es qué pasó con el sistema financiero que presuntamente emplea a los mejores cerebros del planeta, o al menos ésa es la justificación de sus salarios y bonos.

Una de dos, o fueron hipnotizados por ese falso Midas que resultó Madoff - un caso de terrible incompetencia - o efectivamente sabían y no querían saber, como dice ahora Madoff, con una tercera posibilidad: eran cómplices conscientes en el sistema.