14 de febrero de 2011
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Nueva York, 11 feb (EFE).- Borders, la segunda mayor cadena de librerías de Estados Unidos, se desplomó hoy en la Bolsa de Nueva York, donde sus ya muy castigadas acciones cerraron con un descenso del 32,58% después de que se publicara que se declarará en bancarrota a comienzos de la semana próxima. Aunque la propia compañía ya ha confirmado en varias ocasiones que sopesa seriamente acogerse a la protección del capítulo 11 de la ley de bancarrotas de Estados Unidos, The Wall Street Journal afirmó hoy en su web que la declaración de quiebra podría ocurrir el próximo lunes o martes. Esa información volvió a desanimar a los inversores de Borders, que se decantaron por vender las acciones de una compañía que se ha visto fuertemente afectada por el auge de la venta por internet y la popularización de los libros electrónicos y que en lo que va de año ha perdido más del 72% de su valor bursátil. Así, al final de la sesión regular en la Bolsa de Nueva York los títulos de Borders habían bajado un 32,58% respecto del jueves, aunque llegaron a perder hasta un 35% durante la sesión, y terminaron a 0,252 dólares cada una, por lo que su capitalización bursátil quedó en 18,16 millones de dólares. Hace una semana la entidad gestora de la Bolsa de Nueva York (Nyse) ya advirtió a la cadena de librerías de que el precio de sus acciones era demasiado bajo como para seguir cotizando en la principal plaza financiera del mundo. La comunicación del Nyse únicamente tenía carácter de advertencia, ya que Borders aún cumple el requisito de mantener un precio medio de más de un dólar por acción durante treinta jornadas de negociaciones; al tiempo que cuenta con seis meses para solventar esa situación desde la recepción de la notificación. Según fuentes cercanas a la compañía citadas por el rotativo, Borders se verá forzada a cerrar inicialmente alrededor de 200 de las 674 tiendas que posee en el país, lo que provocará el despido de miles de sus empleados. Además, la compañía ha estado ultimando acuerdos para recibir una inyección de unos 450 millones de dólares del banco estadounidense Bank of America y el brazo financiero del conglomerado General Electric, según ese mismo rotativo. Esa cantidad permitiría a la cadena estadounidense de librerías seguir a flote una vez entre en bancarrota, un proceso que daría tiempo a la empresa para reestructurarse. La complicada situación financiera de la compañía, que se agravó a comienzos de año cuando renunciaron dos de sus vicepresidentes, hizo que tuviera que retrasar los pagos a algunas de sus editoriales como parte de un proceso de refinanciación de deuda. La compañía con sede en Michigan ha vivido problemas de liquidez desde que a finales del año pasado el valor de su inventario fuera rebajado, por lo que su capacidad para pedir créditos se redujo y la librería se vio forzada a refinanciar su deuda.
http://www.bordersreorganization.com/Reorganization_Closure_List.pdf