8 de febrero de 2011
Primera Hora
Televisores plasma, equipos de música, herramientas, relojes, celulares, PlayStations, películas y hasta motoras son algunos de los artículos que se pueden comprar en las casas de empeño alrededor de la Isla. Sin duda, este tipo de negocio se ha convertido en una fuente de ingreso inmediato para quienes necesitan un par de pesos en momentos de emergencia ante la crisis económica. Sin embargo, la Policía investiga si también se ha convertido en el botín de los pillos. Fue el incremento en el número de escalamientos en residencias y negocios lo que motivó a la Uniformada a realizar ayer el primero de varios operativos en casas de empeño de la zona de San Juan, explicó el sargento Víctor M. Vélez. Tanto en la casa de empeño San Agustín como Oro Centro Express, ambas en la avenida 65 de Infantería, no se encontraron ilegalidades en el registro de empeño y venta de mercancía. Pero, contra la última se emitieron dos multas administrativas por parte del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) y Hacienda. "Todavía estamos estudiando si las casas de empeño son utilizadas por los pillos para vender mercancía hurtada... pero sí, ya hemos detectado ciertas propiedades", dijo Vélez, oficial que dirige la División de Investigación de Centros de Acopio y Casa de Empeño de la Policía. Juan Vázquez fue ayer a empeñar una consola de videojuego que ya no utiliza. Por ella, dijo, le dieron $20. "No lo uso; estaba en casa allí tirado y para sacarlo lo traje aquí para salir de él", comentó. A las personas como Vázquez que están interesadas en empeñar o vender algún artículo que ya no necesitan, les alertó a verificar la vigencia del certificado de operación por la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF), así como a que el proceso se lleve a cabo dentro del marco de la Ley 138 del 1998. O sea, se le debe solicitar una identificación con foto y el monto otorgado por la pieza. El cliente tiene hasta 30 días para recuperarla después de pagar intereses, que oscilarán entre un cinco y 20%, dependiendo del tiempo que transcurra entre ambas transacciones. De no hacerlo, el dueño tiene la autoridad para venderla.