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1 de febrero de 2011

http://columnas.ejecentral.com.mx/elciudadanoinvisible/

Cristina creyó en Angelus durante unas semanas, pero hoy los recuerda con horror: abusaron de su confianza y… desaparecieron, llevándose los 92 mil 839 pesos que les dio a guardar, a modo de "inversión visionaria".

La venta masiva de veladoras, negocio que le traería "enormes ganancias", nunca estuvo más cerca de sus ojos que en algunos videos de Youtube, mientras que los directivos de una empresa mayormente hábil para construir en la mente de sus "inversionistas" un mito llamado La Corporación… escaparon como diablos de cuento.

–Me contagiaron de su entusiasmo, así que yo solita decidí formar parte de eso que llamaban: comunidad de visionarios –dice la profesionista a esta columna de EJE CENTRAL, y muestra copia de la denuncia que el pasado 26 de noviembre inició ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, con folio: FAO/AO-4T2/2176/10-12.

"Confié en ellos porque creí en la persona que me introdujo al sistema, un amigo; aunque la verdad es que todos terminaron por verme la cara", agrega y se estruja las manos, llevando sus esperanzas ahora hacia la autoridad, a fin de que esta le ayude a obtener justicia.

LOS "VISIONARIOS"… SE FUERON

Cristina dice ser víctima de una estafa de alcance nacional que apenas comienza a revelarse, pero que supone podría tener cifras millonarias, al involucrar a ciudadanos de siete entidades del país.

Este blog periodístico ha realizado un seguimiento del caso, confirmando la veracidad de la denuncia.

Entre septiembre y final de 2010, Angelus se borró del mapa nacional, abandonando –sin dejar aviso– las lujosas oficinas que presumía en esta capital, ubicadas en la calle de Ricardo Castro 54, despacho 301-B, colonia Guadalupe Inn, en álvaro Obregón.

Paralelamente, ha cerrado todas sus instalaciones en el país, mismas que se ubicaban en las capitales de Guanajuato, Jalisco, Sinaloa, Oaxaca y Puebla.

Angelus Candles, S.A. de C.V. –permiso constitutivo 20070200129 de la Secretaría de Relaciones Exteriores; escriturada el 8 febrero de 2007 por la notaría 6 de Tijuana, con folio 66199–, suspendió todos sus números telefónicos, incluyendo los celulares de sus gerentes y operadores de rango superior.

Acorde con la veloz huída, desactivó su página web y la red social donde mantenía el vínculo comercial con sus "agentes de marketing independiente":

www.veladorasangelus.com y http://angeluscandles.ning.com

Por lo que toca a las fábricas de veladoras que presumía a sus inversionistas –"en Qingdao, China y en San José de Costa Rica"– o las "filiales" en ciudades de Texas y Florida, EUA, ninguna ha podido ser ubicada en buscadores en línea, referencias cruzadas o directorios globales de negocios.

Muy probablemente, La Corporación jamás ocupó un sitio mayor al que tenía dentro de la desbordada imaginación de sus creadores.

DE INCAUTOS Y MULTINIVELES

Expertos consultados por este medio comentan que el método de embaucamiento empleado por La Corporación se asemeja al que practicaba en Estados Unidos el conocido banquero Bernard Madoff, operador de una pirámide de inversionistas que, de pronto, "se quedó sin punta".

Angelus operaba en México bajo un esquema de negocios que es ilegal en muchos países, sobre todo europeos: el Mercadeo de redes, también conocido como Multinivel, Pirámides o Esquema Ponzi.

No es el caso de nuestro país, donde tales esquemas se practican con toda libertad, aún cuando sus críticos los consideran poco éticos, al basarse en reuniones masivas que ejecutan técnicas "motivacionales" y de índole "catártico", generalmente a cargo de "capacitadores" que suelen estar versados en doctrinas como Scientolgy o PNL, entre otras.

Hasta hoy, el paradero de los directivos de Angelus es un misterio para los timados; algunos de los cuales hoy se abocan a su búsqueda, especialmente por Internet.

Otras víctimas apenas se reponen de la sorpresa; algunos se organizan para buscar abogados y entablar demandas comunes; no faltando quienes solamente denuncian la estafa de manera anónima, pero negados a hacer declaraciones.

"No todo mundo se atreve a reconocer que te han tomado el pelo. O que tú, a lo mejor sin querer, se lo has tomado a otro… metiendo a tu familia o tus amigos", comenta un cibernauta.

Muchos otros misterios sobre La Corporación aguardan por ser revelados.