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28 de enero de 2011

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WASHINGTON (AP) - Una comisión bipartidista designada por el gobierno para investigar las causas de la crisis financiera dijo que el desastre ocurrió porque los funcionarios federales y los ejecutivos de Wall Street prestaron oídos sordos a las advertencias que saltaron por doquier y no lograron manejar prudentemente los riesgos.

La crisis podría haber sido evitada, dijo la Comisión Investigadora de la Crisis Financiera en su informe final difundido el jueves, conclusión respaldada únicamente por los miembros demócratas del grupo. En lugar de ello, Estados Unidos sufrió la peor recesión desde la Gran Depresión de la década de 1930 y millones de estadounidenses perdieron sus empleos, agregó el informe.

Los gobiernos de los presidentes Bill Clinton y George W. Bush, el actual y el anterior presidente de la Reserva Federal y el secretario del Tesoro Timothy Geithner comparten todos ellos parte de la responsabilidad por permitir que ocurriera la crisis, según la comisión.

Criticó además a los banqueros que se enriquecieron mediante la creación de billones de dólares en inversiones arriesgadas.

Esos negocios llegaron a ser tan complicados que ni los ejecutivos bancarios ni los funcionarios reguladores los entendieron, según el informe, y los bancos se opusieron a una supervisión exhaustiva de sus actividades, por considerar que la interferencia gubernamental sofocaría la innovación financiera.

Empero, las conclusiones de la comisión estuvieron marcadas por el bipartidismo: Seis demócratas del grupo respaldaron las conclusiones y los cuatro republicanos las objetaron. La comisión investigadora fue creada por el Congreso en 2009 para fijar las causas de la crisis financiera.

En una opinión disidente, tres comisionados republicanos culparon de la situación a la burbuja global del crédito alimentada por bajas tasas de interés.

Otro disidente opinó por separado que la culpa es de la política oficial de fomentar la propiedad de una vivienda, especialmente el apoyo _ primero implícito y luego oficial tras su intervención _ de los bancos hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac, los mayores del país y ahora en la bancarrota.

La comisión refirió al Departamento de Justicia federal casos de posible conducta delictiva para que sean investigados.

Esta conclusión contradijo un conjunto de testigos que acudieron a las audiencias de la comisión y para quienes la crisis fue inevitable. El presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke y el director general del banco de inversiones Golddman Sachs Group Inc., Lloyd Blankfein, figuraron entre los que esgrimieron esa defensa.

"La gran tragedia sería aceptar la creencia popular de que el fenómeno fue impredecible y que por lo tanto nada lo habría evitado", dijo el informe. "De aceptar este corolario, volverá a ocurrir".

El informe detalló numerosas advertencias que fueron subestimadas, entre ellas: el desaforado crecimiento de las hipotecas de alto riesgo, un encarecimiento insostenible de la vivienda, informes generalizados de prácticas crediticias inescrupulosas, el descomunal aumento de la carga hipotecarias de muchos consumidores sin medios para afrontarla y el crecimiento en el número de firmas de Wall Street dedicadas vender paquetes accionarios respaldados como garantía real por hipotecas basura.