4 de noviembre de 2010
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BOSTON (Reuters) - Utilizar dosis altas de un anticoagulante de Novo Nordisk empleado habitualmente en pacientes hemofílicos para tratar sangrados graves en personas sin esa enfermedad podría aumentar el riesgo de infarto u otras complicaciones, informó un equipo de expertos. El fármaco, NovoSeven, es una versión de ingeniería genética del factor VII, una proteína clave que no tienen algunas personas con hemofilia, una enfermedad que causa hemorragias internas y externas. Algunos médicos recetan el fármaco para un uso que no está aprobado, que es frenar hemorragias no deseadas debido a un accidente cerebrovascular (ACV), un traumatismo, una cirugía, un trasplante y otras enfermedades. Los médicos pueden indicar fármacos autorizados por los motivos que ellos consideren oportunos. Pero, con este fármaco, no valdría la pena asumir los riesgos, según el doctor Marcel Levi, de la Universidad de Amsterdam, y colegas de Novo Nordisk. Su análisis de 35 estudios reveló que el riesgo de que un coágulo obstruya una arteria era un 68 por ciento mayor con NovoSeven que con placebo. En tanto, su uso duplicó el riesgo de sufrir un infarto, angina u otra complicación cardíaca, publicó el equipo en New England Journal of Medicine. Los mayores de 65 años que usaron el fármaco fueron dos veces más propensos a desarrollar un coágulo no deseado en una arteria que los más jóvenes. En los mayores de 74 años, el peligro se triplicaba. "Es un fármaco muy efectivo en pacientes que pierden mucha sangre por distintas causas. Pero lo importante es advertir que eso tiene su precio", dijo Levi. "Si el sangrado es tan grave que pone en peligro la vida de un paciente, se puede aceptar el riesgo de que aparezca un coágulo arterial (trombosis). Pero si la hemorragia no es tan grave y existen otras opciones terapéuticas, la seguridad del paciente debería imponerse", agregó. El tratamiento no aumentó el riesgo de desarrollar coágulos no deseados en las venas, sin importar la edad. Sí elevó el riesgo de accidente cerebrovascular, pero no lo suficiente como para ser estadísticamente significativo. El doctor Louis Aledort, de la Escuela de Medicina Mount Sinai de Nueva York, comentó que el 4 por ciento de las dosis de NovoSeven utilizadas en su hospital fueron para usos no aprobados. "En otros centros, esa tasa sería aún mayor", señaló. Levi indicó que en los hospitales donde el fármaco se receta como primera opción se debería reconsiderar esa práctica.
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