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11 de octubre de 2010

La Opinion

Si estás viviendo la situación del desempleo de tu mamá o tu papá, aunque es muy difícil de aceptar no todo está perdido, pues hay varias cosas que puedes hacer para ayudarte y ayudar a tu familia a salir adelante...

Cuando oyes a tu papá decir que se quedó sin trabajo, es obvio, la noticia te impacta por todas las repercusiones que conlleva la noticia en tu vida y en la de toda la familia. Para empezar, ya se te acabó la posibilidad de gastar el dinero que te daba antes.

Ten en cuenta que la preocupación más grande no la vas a llevar tú sino tu papá que se quedó sin empleo, ya sea la madre o el padre, pues su primera preocupación es solucionar la situación para evitar que a ustedes les afecte en su nivel de vida.

Recuerda, todas estas presiones repercuten en el humor y carácter de los miembros de la familia, así que no te sorprenda si de repente notas a tus papás o hermanos molestos, enojados o tristes, inclusive existe la posibilidad de grandes pleitos por la falta de efectivo.

Para evitarlo hay que sintonizar a toda la familia en el mismo canal y se dispongan a poner su granito de arena para salir del atolladero y no hundirse más; explícales que de nada sirve tomar una actitud negativa.

¿Qué puedes hacer para ayudar?

Para empezar aceptar la idea de que hay que apretarse el cinturón en las necesidades menos apremiantes o superfluas, por ejemplo, no podrás estrenar tenis o jeans, ni tendrás la posibilidad de comprar el CD de tu artista preferido recién salido del horno.

Aprende a ser optimista y a enseñarles a los demás a que hagan lo mismo, no se trata de sentirse feliz por cómo se vive o se está, sino en ver la crisis como algo temporal, tarde o temprano tiene que acabar, nada es para siempre.

No lo olvides, tu papá lo último que necesita es escuchar reproches por la falta de dinero para hacer, comprar o satisfacer sus gustos.

Lo mejor y más recomendable es enfrentar juntos, con optimismo, esta situación y que cada quien ponga de su parte. Como dice el refrán "Al mal tiempo, buena cara".

Si tus papás ven que los apoyas incondicionalmente, se sentirán menos presionados.

A veces este problema genera cosas buenas, por ejemplo, tu papá puede darse el tiempo para convivir más con sus hijos.

También tendrá la posibilidad de explorar nuevas áreas y de organizar sus proyectos que había ido dejando de lado, inclusive puede animarse a trabajar de manera independiente.

Otro punto muy importante es la necesidad e importancia de ayudar a bajar gastos todo lo que sea posible, por ejemplo:

1. Haz menos llamadas telefónicas, mejor espera a que tus amigos te llamen.

2. Apaga los focos y aparatos eléctricos mientras no los estés usando.

3. En lugar de comer fuera, prefiere desayunar en casa o llevar lonche a tu escuela.

4. No compres un libro muy caro, mejor consúltalo en la biblioteca o sácale copias a lo que realmente necesitas.

5. No pidas dinero para diversiones.

6. Ayúdale a tu mamá en el aseo del hogar.

7. No malgastes la comida.