22 de septiembre de 2010
Yahoo
WASHINGTON (AP) - Seis meses después de que el presidente Barack Obama firmó la histórica ley sobre la reforma a los servicios de salud, la nación aún no sabe realmente qué contiene. Más de la mitad de los estadounidenses creen erróneamente que el rediseño de la ley en la materia elevará los impuestos este año para la mayoría de la gente, según halló una encuesta de The Associated Press. Pero eso sería verdad sólo si la mayoría de las personas fueran devotas del bronceado en interiores, que sí fue golpeado con un impuesto a las ventas. Muchos de quienes querían que el sistema de atención médica fuera renovado no se dan cuenta de que algunas estipulaciones que les interesaban de hecho fueron incluidas. Y aproximadamente una cuarta parte de quienes apoyaban el cambio no comprenden que lo que casi nadie quería no fue incluido: dicen equivocadamente que la ley establecerá paneles de burócratas para tomar decisiones sobre la atención médica de la gente, grupos que los críticos etiquetaron como "paneles de la muerte". La incertidumbre y confusión equivalen a un veredicto funesto para la campaña del gobierno de Obama que busca ganarse el favor de la opinión pública. Antes de la votación final de la legislación en el Congreso, Obama le aseguró personalmente a los demócratas vacilantes que él promovería lo logrado entre el pueblo estadounidense después de que se aprobara la ley. Pero no ha funcionado. Y en la recta final antes de las elecciones de medio período presidencial los republicanos están unidos en su pedido para revocar la legislación. "Estoy insegura sobre un documento tan grande como la ley de atención médica y me pregunto si alguien entiende exactamente qué contiene", dijo Diann Kelley, una jubilada de 61 años que reside en Marietta, Georgia, quien dice estar "algo opuesta" a la legislación. La encuesta de la AP fue realizada por la Universidad de Stanford con la Fundación Robert Wood Johnson. "El mayor temor es el costo", explicó Kelley. "No estoy segura de que podamos permitirnos emprender algo tan masivo como la reforma a los servicios de salud con la economía como está". No es que Kelley tenga una opinión negativa sobre todo lo que contiene la ley. La prohibición a que las compañías de seguros nieguen cobertura a gente con problemas de salud preexistentes "es realmente una buena idea", señaló. Entre las preguntas de la encuesta se incluyó un cuestionario de 19 puntos _algunos de ellos en la ley y otros no_ que se respondía con "cierto" o "falso". A la gente también se le preguntó qué tanta confianza tenía en sus respuestas. En la mayor parte del cuestionario, la mayoría dio la respuesta correcta. Pero una cifra grande se equivocó. Y, correcta o incorrecta, la gente no mostró sentirse segura de lo que había respondido. Dos terceras partes o más estuvieron inseguros sobre sus respuestas en ocho de nueve cláusulas medulares de la legislación.