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4 de octubre de 2009

La Opinion

La prestación de servicios de salud en Estados Unidos ha cambiado mucho en los últimos 25 años: anteriormente, la mayoría de las personas contaba con un tipo de seguro de indemnización con el que podía recibir atención de cualquier médico, hospital u otro proveedor, que cobraban por servicios prestados. Una parte de los costos de esa atención la pagaba el seguro y la otra, el paciente. En la actualidad, aunque todavía existen los planes de indemnización o planes de cuota por servicio, más de la mitad de los estadounidenses que tienen seguro de salud hacen parte de algún tipo de plan de asistencia médica prepagada o managed care.

En los planes de cuota por servicio, el usuario puede acudir a cualquier doctor o proveedor de servicios de salud y no necesitará una remisión para ver a especialistas. Generalmente, el plan pagará la mayor parte del costo del servicio médico, pero sólo para los problemas de salud que se incluyen en la póliza y que se consideran médicamente necesarios. En la mayoría de los casos, el médico o proveedor de servicios cobrará a la aseguradora la porción que le toca pagar. Pero algunas veces, el usuario tendrá que pagar el costo cuando recibe el servicio y después presentar un reclamo a la aseguradora para recibir el reembolso.

Los costos que el usuario tendrá que pagar por un plan de cuota por servicio incluyen primas, deducibles y coseguros.

El valor de la prima dependerá del tipo de cobertura, las características del plan y los factores de riesgo del asegurado. El costo puede ser más alto que en los planes de asistencia médica prepagada, que son los que más se utilizan en Estados Unidos en la actualidad y que funcionan de una manera diferente. Este tipo de planes seleccionan a ciertos doctores, hospitales, clínicas y otros proveedores de atención de salud con los cuales establecen un contrato para que suministren servicios amplios a los miembros del plan.

Los planes de asistencia médica prepagada son más baratos que los planes de cuota por servicio, pero reducen las opciones de los proveedores de cuidado médico. En la actualidad existen tres tipos de planes diferentes.